La situación se planteó luego de que se pusiera en práctica a partir de la víspera un nuevo sistema para realizar llamadas al interior, exterior o celulares.

“Bajo ningún concepto esto implica tener un control sobre las llamadas realizadas por los diputados”, sino que se pretende “ayudar a bajar los costos en concepto de comunicaciones telefónicas y evitar que cualquier persona use el teléfono, como es uso y costumbre”, explicó Rafael Pascual, luego de que desde la principal bancada opositora calificaran como “grave” esa medida, por cuanto entienden que implica “un control persecutorio” sobre las llamadas que realizan los diputados, por cuanto se registrará cada una de ellas.

También se escuchó la voz del secretario administrativo de la Cámara baja, Luis Flores Allende, quien explicó que el sistema telefónico nuevo no sólo es más seguro sino que tampoco permite pinchaduras. “Lo único que se intenta es limitar los excesos en telefonía, sin limitar las tareas de los legisladores”, agregó. Cabe consignar que el gasto actual ronda 600.000 pesos por mes y hay una deuda pendiente con Telefónica de 10 millones de pesos.

Más allá de esas explicaciones, la bancada justicialista advirtió que “no se puede confundir el Congreso Nacinoal con la Legislatura porteña” y sostuvo que ese tipo de medidas se enmarcan dentro de otras del tipo de restringir el gasto en pasajes, correspondencia y telefonía.

Todas “discriminatorias” contra los diputados del interior, dijo.