Votaron la estabilidad del personal de la Legislatura
Finalmente y luego de dos días de medidas de fuerza por parte de los trabajadores de la Legislatura porteña, el cuerpo aprobó en forma unánime el reencasillamiento para el personal del cuerpo.
De tal manera se dio cumplimiento a un fallo judicial que la Cámara Civil ratificó a fines de 1998 ante un recurso colectivo presentado por el Sindicato Unico de Trabajadores de la Ciudad.
Los empleados de la Legislatura habían mantenido ocupado el recinto de sesiones durante toda la jornada de la víspera. La noticia de su efectivización fue recibida con algarabía, ya que desde hace tres años permanecían dentro de un Fondo de Transición Legislativa, que se creó cuando se disolvió el viejo Concejo Deliberante.
“La estructura será más chica, en cuanto a pirámide, pero se mantendrán los 617 cargos”, explicó el legislador Enrique Rodríguez.
Aparte de los 617 agentes, en una planta transitoria quedarán 98 empleados que, a medida que se produzcan vacantes entre los efectivos tendrán prioridad para ingresar en la Planta Permanente. Según explicó Rodríguez, “ninguna persona que esté propuesta para el reencasillamiento no ha cumplido funciones”.
La mayor tensión se vivió a media tarde de la víspera cuando estalló media docena de petardos en los pasillos de la Legislatura, lo que obligó a la prevención policial.
Quien también recibió con alivio la noticia fue el todavía titular del cuerpo y futuro jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, por cuanto la solución del conflicto implica que hoy pueda volverse a sesionar. Queda pendiente completar el tratamiento en particular de las reformas al Código de Planeamiento Urbano; las reformas a la Ley de Impacto Ambiental; la creación de la Corporación de la Zona Sur de la ciudad de Buenos Aires y el nuevo Régimen de Faltas.