Con el objetivo de estimular la construcción de obras públicas y la creación de nuevas fuentes de trabajo, el Poder Ejecutivo remitirá esta semana al Congreso el proyecto que permitirá financiar el Plan de Infraestructura que implicará una inversión de 20.000 millones de pesos.
Esta iniciativa, que fue consensuada entre el Ministerio de Infraestructura y la cartera de Economía y requiere ahora aprobación parlamentaria, consta de una serie de 70 obras a realizarse por licitación de aquí a fin de año en todo el país que involucran una inversión cercana a los 2.000 millones de pesos.
Lo novedoso del Plan Federal de Infraestructura es que establece la posibilidad de que el sector privado de la construcción pueda financiar infraestructura a través de la contratación del servicio y no de la obra.
Este sector invertiría alrededor de unos 6.800 millones de pesos, distintos órganos nacionales y provinciales aportarían unos 21.000 millones de pesos y los 6.000 millones restantes se conseguirían a través de entidades crediticias internacionales.
Los sectores considerados en el plan son transporte vial y ferroviario, aeropuertos y puertos, hidrovías y recursos hídricos de regulación, quedando excluidos el sector de comunicaciones y el de vivienda.
