El Gobierno está preocupado por los pasos dados hasta ahora por el juez federal que investiga los casos de soborno. En reserva, algunos funcionarios criticaron sus actitudes, revelando el temor de que el magistrado pueda utilizar este proceso para obtener una legitimación personal ante los cuestionamientos existentes contra su persona.
Recordemos que Liporaci tiene cinco pedidos de juicio político en su contra en el Consejo de la Magistartura. Según se supo a través de fuentes tribunalicias, el juez se abocará esta semana a indagar de qué repartición pública habría salido para implementar unos sobornos que el viernes dio prácticamente por descontados.
La preocupación de las autoridades contrasta con el entusiasmo del vicepresidente Alvarez, quien se mostró satisfecho remarcando que "las cosas se empiezan a mover". Contrariamente con ello, en proximidades de De la Rúa se advierte fastidio ante la presión judicial que lo obligaría a separar funcionarios de su gabinete. De momento, el Presidente aclaró que no habría remociones, aunque aclaró que no le temblaría la mano para sancionar a cualquiera que aparezca con responsabilidad.
Esas parecen ser señales de que el Presidente no quiere instrumentar remociones en lo inmediato. Según trascendió de fuentes consultadas, De la Rúa no sabe todavía qué hacer, aunque se advirtió que no esperará a volver de China.
