Las refacciones se efectuarán en el edificio Anexo, que requiere una reparación desde hace varios años en especial en el área de ascensores, auditorio y el sistema sanitario, y el recinto de sesiones ubicado en el Palacio Legislativo.

La medida implicará la obligación para gran parte del personal de tomarse sus vacaciones durante enero, ya que las tareas obligarán a cerrar el palacio y el edificio anexo.

"Sólo se dejará una guardia en sectores claves para el funcionamiento del cuerpo durante la refacciones, como la Mesa de Entradas y las oficinas de Personal, Pago de Haberes, Seguridad y Servicios Generales", explicó el secretario administrativo del cuerpo, Luis Flores Allende.

El funcionario señaló que "para realizar esas tareas será necesario levantar el recinto, ya que el cablerío de audio y de control de presencia pasan todos por debajo de las bancas", lo que dejará inutilizado el lugar donde se realizan las sesiones.

El mal funcionamiento del tablero electrónico del hemiciclo de la Cámara de Diputados fue motivo de una breve controversia este año, cuando el PJ denunció a la Alianza de haber manipulado el número de presentes para lograr el quórum y aprobar la ley de reforma laboral. Al respecto, Flores Allende reconoció que los sistemas de control de asistencia, audio y de votación electrónica -con una llave que se le entrega a cada diputado-, están en un estado que amerita su reemplazo.

Fuentes de la presidencia del cuerpo señalaron que los diputados podrán concurrir al Congreso, pero no habrá aire acondicionado ni ascensores y no se podrá deliberar en el recinto de sesiones. En caso de requerirse hacer una sesión urgencia se buscará otro ámbito para concretar la deliberación, pero es un mes que no hay sesión, y las pocas veces que se realizó fue por situaciones excepcionales.

Durante la gestión de Carlos Menem hubo deliberaciones a raíz de la guerra del Golfo, y antes, bajo la presidencia de Raúl Alfonsín, se sesionó durante los motines carapintadas.