Machinea no levanta cabeza
A partir del recambio de gabinete que desató un terremoto político -por la reconfirmación de Flamarique y De Santibañes, lo que motivó la renuncia de Alvarez-, el ministro de Economía recibió mayor poder, que sin embargo se diluyó en medio de la crisis mencionada.
Algo útil que le dejó el recambio, eso sí, fue sin duda la presencia de Chrystian Colombo al frente de la Jefatura de Gabinete, lo que le suministró a Machinea un hombre útil y activo al servicio de sus intereses.
Ejemplo de ello es la hiperactividad que desarrolla el ex titular del Banco Nación en las negociaciones del Presupuesto, que hasta ahora van viento en popa. Dicho esto más allá de que Colombo haya sido puesto en el lugar de Terragno -según se especuló- como alternativa eventual para un traspié de Machinea.
Sin embargo, pese a los citados beneficios y las medidas anunciadas en su momento, Machinea no parece levantar cabeza, por cuanto los mercados parecerían haberle bajado el pulgar.
Bien en privado, los economistas aseguran que las medidas de Machinea "no están en el sentido equivocado", e incluso que sus últimas actitudes lo muestran con una ejecutividad mayor a la expuesta en un principio. Pero a todo esto contraponen algo que consideran lapidario, como el irrefrenable alza de las tasas producido la última semana.
Entienden entonces que el Presidente necesita utilizar al ministro de Economía como fusible, habida cuenta de que se le está exigiendo un golpe de timón. El shock de confianza sería -para los mercados- Domingo Cavallo, pero como hoy por hoy el ex ministro de Menem es inaceptable para la Alianza (por ahora), el número puesto es Ricardo López Murphy, quien muy en privado hace rato que está haciendo cálculos para el momento en que le toque mudarse al Palacio de Hacienda.
El nombre del actual ministro de Defensa cuenta con la anuencia de los mercados cierto prestigio internacional. Alguien que lo elogió días pasados fue, por ejemplo, el economista norteamericano Rudiger Dornbusch. Sí, aquel que definió a De la Rúa como "un buen presidente para los domingos a la tarde".
Ante un auditorio de economistas y empresarios, el irreverente yanqui definió a López Murphy como el hombre indicado, apelando a una anécdota que cuenta que hace poco el Ejército realizó un ejercicio de salto en paracaídas, y le ofrecieron sumarse al ministro de Defensa que, dicho sea de paso, pasó en su momento por el Liceo Militar, donde se especializó en paracaidismo.
López Murphy aceptó, y lo hizo sabiendo que el oficial que le armó el paracaídas había sufrido una reducción de salario dispuesta por él mismo poco antes. ¿Ven? -dijo-, esa es la audacia que requiere hoy la Argentina para sus conductores".
Habrá que ver qué cosa es más peligrosa: saltar en paracaídas o agarrar el Ministerio de Economía…
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