Lanzaron el ARI
Con un documento en el que calificaron al Gobierno nacional como "la continuación" del menemismo y la convocatoria a todos los sectores sociales para construir un espacio que permita "revertir el modelo económico", dirigentes de la Alianza lanzaron ayer el movimiento Argentinos por una República de Iguales (ARI).
El grupo está formado mayormente por diputados aliancistas críticos. Se trata de los diputados Elisa Carrió, Alfredo Bravo -quien sufrió una indisposición cuando finalizó el acto-, Héctor Polino, Jorge Rivas y Juan Domingo Zacarías, más Osvaldo Alvarez Guerrero y Manuel Herrera, quienes dieron a conocer en un acto realizado en el complejo La Plaza el documento fundacional del movimiento que apunta a "terminar con el Estado mafioso, que ha penetrado todas las estructuras de la administración".
La propuesta pretende "devolver al Estado su función y gestión del interés general de la Nación, hoy capturado por los intereses de la economía ilegal y de la concentración económica en un proceso de complicidad y corrupción entre el sector privado y público sin precedentes en la historia".
Carrió sostuvo que "muchos ganan las elecciones con un gesto, pero no se gobierna sino con testimonio", consideró que "hay que atacar la corrupción que se da en la complicidad del sector público con el privado" y opinó que "es preciso que el presidente del Banco Central, Pedro Pou, esté preso".
"He visto a candidatos que cuando ven a un empresario parecen maricones de tanta obsecuencia", afirmó la legisladora. Y se preguntó "¿Por qué Fernando de Santibañes tiene que estar en el radicalismo y no nosotros?", para sostener luego que "se tienen que ir los traidores".
Por su parte, Bravo rescató que el nuevo movimiento quiere "una división de poderes en serio, donde la justicia demuestre que en el recetario de las normas cabe la prisión para quienes han robado con guantes blancos" y opinó que "es una verguenza negarle a los presos de La Tablada la posibilidad de una segunda instancia judicial y cumplir con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos". En tanto, Polino aseguró que "no estamos dispuestos a que se traicione la carta de los argentinos con el modelo conservador que Fernando de la Rúa profundizó" y criticó a los organismos internacionales como el FMI. Participaron del encuentro, entre otros, el titular de la CTA, Víctor De Gennaro, la religiosa Marta Pelloni, el padre Luis Farinello, la cantante Susana Rinaldi y se recibieron adhesiones entre las que se encontró la de la diputada Alicia Castro.
"Queremos revertir el modelo económico y social perverso que sumó los desaparecidos sociales a la larga lista de violación de derechos humanos en nuestro país", afirmaron los legisladores "rebeldes" en su convocatoria a trabajadores, jubilados, estudiantes, docentes y dirigentes sindicales.
"El 24 de octubre de 1.999, millones de argentinos votaron para poner fin a una etapa indisolublemente asociada a la hegemonía de las concepciones conservadoras y neoliberales" pero el nuevo gobierno aliancista "impulsó una nueva vuelta de tuerca sobre la flexibilización laboral", afirmaron.
Los dirigentes aliancistas señalaron además, que la administración impulsada por Fernando de la Rúa "reclamó una justa a sangre y fuego y siguió bregando por la imposición de nuevas privatizaciones sobre los escasos espacios que aún no responden a la sacrosanta ley del mercado, entre ellos la educación universitaria y la salud pública".
"La sociedad comenzó tempranamente a manifestar signos de decepción, porque el nuevo Gobierno, lejos de propiciar al cambio de rumbo, llevaba implícita la profundización del camino emprendido en 1989. En ciertas áreas, recurrió incluso a los mismos protagonistas", afirmaron. Por eso, propusieron "recrear una alternativa por medio de la cual la sociedad recupere protagonismo y deje de estar sometida al chantaje de los poderosos".
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