La citada investigación está referida a un viaje a Alemania que Branda realizó junto a su esposa invitado por el Colegio de Escribanos porteño, a quienes habría intentado beneficiar con un proyecto de ley. Branda declaró estar "sorprendido porque estoy tomando conocimiento por medio de ustedes".

Según el senador, su procesamiento no le fue comunicado formalmente a pesar de que "sabía de la causa porque fui indagado tras la denuncia de un conocido denunciador público, el doctor Monner Sanz".

Sin embargo, aclaró que "sigue a disposición del juzgado" porque "no cometí ningún delito".

La causa comenzó a raíz de una denuncia presentada por del letrado tras las declaraciones que el senador realizó en la revista Noticias, donde habría sugerido que algunos legisladores cobraban prebendas en la sanción de algunas leyes.

Con respecto al viaje a Alemania, el senador cuestionado, quien además es uno de los sospechados por los presuntos sobornos en la sanción de la Ley de Reforma Laboral, explicó que viajó "en representación de la Argentina y del Parlamento, con otros funcionarios, a un congreso de escribanos".

Confirmó que fue en carácter de "invitado" y agregó que para él era un viaje muy importante ya que significaba participar de un congreso en el cual se trataban dos temas en los que estaba particularmente interesado: "La fecundación asistida, en el que yo estaba trabajando en un proyecto y la inserción de los nuevos países emergentes y la seguridad jurídica en un momento en que se estaban incorporando al mundo económico todos los países del Este".

Branda consideró que si hubiera querido viajar, "el Senado tiene todo el dinero necesario para que yo haga los viajes que quiera", y en relación a la publicación del reportaje que dio origen a la denuncia, estimó que "los periodistas no respetaron mis dichos y tomaron frases sacadas de contexto".

También se preocupó en aclarar que el proyecto que supuestamente habría beneficiado a los escribanos era parte de "un paquete de leyes que tendía a aligerar la justicia" y reafirmó que sigue opinando que "es bueno y hay que sacarlo porque no beneficia a los escribanos sino a la gente".