"Hay una larga tradición de que el Fondo pide recetas ortodoxas, y (el ministro de Economía, Domingo) Cavallo aplica políticas heterodoxas", indicó esta mañana Castañon en declaraciones a radio Continental, quien remarcó que "las medidas de ajuste ya están tomadas. No hay más ajuste".
De este modo confirmó que los recortes del gasto público no superará los 700 millones analizados por el Gobierno para este año.
Así, el funcionario del Palacio de Hacienda le contestó indirectamente al director gerente del FMI, Horst K”hler, quien ayer reclamó desde Washington más precisiones sobre las políticas que aplicará el equipo económico.
Al respecto, Castañón señaló que "lamentablemente, el Fondo generalmente lo que pretende son medidas de ajuste".
En tanto, el jefe de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que monitorea las metas de Argentina, el chileno Tomás Reichmann, eludió ayer dar una definición sobre la evolución de la economía del país al señalar que "en estas circunstancias, prefiero no opinar".
Reichmann se reunió ayer con el secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, para analizar la reprogramación de las metas del acuerdo que suscribió la Argentina con el FMI.
El jefe del denominado "caso argentino" se excusó de hacer comentarios sobre la situación de la Argentina.
La reformulación de las metas para los próximos trimestres sería definida a grandes rasgos esta semana en Buenos Aires para que el ministro Cavallo selle el nuevo acuerdo durante el fin de semana en Washington, durante la reunión de primavera del FMI.
El nuevo convenio debería comprender un waiver (dispensa) por el incumplimiento en que incurrió la Argentina durante el primer trimestre, período en el que el déficit superó en 1.022 millones de pesos el tope previsto, lo que deberá ser reabsorbido hasta diciembre para no vulnerar la meta anual autorizada de un rojo de 6.500 millones de dólares.
