En la Cámara de Diputados ya comenzaron a sentirse los primeros remezones que sufrirá el Gobierno luego de haber perdido, como no le ocurrió a ninguna administración anterior, su condición de primera minoría legislativa.
Por lo pronto el PJ anticipó su voluntad de devolver el Presupuesto Nacional 2002 al Poder Ejecutivo y de quedarse con la presidencia de la Cámara baja cuando se produzca el recambio legislativo.
Precisamente, estos dos temas serán el primer test que deberá afrontar la administración de Fernando de la Rúa en esta etapa de transición hasta el 10 de diciembre, en un cuerpo parlamentario que ya no responderá como lo hizo hasta el momento.
A su vez, el senador electo por la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, expresó ayer su aspiración a que el diputado por el PJ bonaerense Eduardo Camaño asuma la presidencia de la Cámara de Diputados de la Nación, y reiteró su negativa a ocupar la titularidad del Senado.
"Aspiro a que sí", respondió Duhalde cuando se le consultó si le gustaría que un hombre del PJ bonaerense ocupe la presidencia de la Cámara de Diputados, al entender que "ahí no tenemos el problema del primero en la línea sucesoria y tenemos un hombre trabajando desde hace mucho, que es Eduardo Camaño, que han sabido apreciar los legisladores de todo el país".
La presidencia de la Cámara, tercero en la línea sucesoria, está en manos del radical Rafael Pascual, quien asumió el 10 de diciembre de 1999, en reemplazo del justicialista Alberto Pierri, que ocupó ese cargo por espacio de una década.
"La lógica parlamentaria indica que a la primera minoría le corresponde la presidencia de la Cámara", afirmó Roggero cuando fue consultado sobre si el justicialismo reclamará -el 10 de diciembre, cuando asuman los legisladores que fueron elegidos el domingo-, el sitial que actualmente ocupa el radical Rafael Pascual. Es más, Roggero casi confirmó que el posible sucesor de Pascual sería el bonaerense Eduardo Camaño, al responder que "es una posibilidad concreta" que el diputado de extracción duhaldista sea el elegido para devolverle al peronismo el manejo de la Cámara baja.
La jefatura de la Cámara de Diputados es en la actualidad el segundo lugar en la línea de sucesión presidencial, detrás de la presidencia provisional del Senado, que hasta el 10 de diciembre ejercerá el misionero Mario Losada.
En ese marco, la postulación de Camaño "es un tema que no se ha conversado todavía y que debería discutir el plenario del bloque; pero de cualquier forma es una posibilidad concreta", fue la respuesta de Roggero. El legislador cordobés formuló estos conceptos en una conferencia de prensa que ofreció rodeado de los principales referentes de la mesa de conducción del principal bloque de oposición, que a partir de diciembre pasará a convertirse en la primera minoría del cuerpo.
En ese encuentro con la prensa Roggero dio algunos indicios de la política que seguirá el justicialismo en la Cámara baja, tanto en este período de transición como a partir del próximo recambio de diputados.
Roggero puntualizó que los legisladores justicialistas, tras su victoria electoral de ayer, se aprestan a actuar con "prudencia y responsabilidad" y que las decisiones que adopten irán más allá de los números de cada bloque en la Cámara baja, pero teniendo en cuenta que se "votó por el cambio en busca de aire fresco", por lo que hay que dejar de lado, dijo, la "resignación y la política del no se puede".
En varias ocasiones, el titular de la que será la bancada más numerosa en la Cámara de Diputados a partir del 10 de diciembre próximo remarcó la importancia de establecer políticas de Estado, dejando de lado acuerdos superestructurales que representen "más de lo mismo, de los que el PJ no va a ser parte". Durante la rueda con el periodismo, en la que básicamente se consideraron aspectos económicos futuros, Roggero enfatizó en que se defenderá la "estabilidad", pero que no se votarán nuevos mecanismos de ajuste vinculados con el mantenimiento de "políticas especulativas ligadas a los sectores financieros".
En tal sentido, remarcó que si el presidente Fernando De la Rúa "entiende el mensaje que le hizo llegar la población, tendrá al PJ a su lado", pero que si insiste con "seguir aplicando más de lo mismo, no nos tendrá a su lado".
Aunque hizo notar que discrepa radicalmente con quienes optaron por votar en blanco o por otras variantes no positivas, consideró que tanto esa postura como el sufragio por la izquierda, por Eduardo Duhalde, por Rodolfo Terragno, por Raúl Alfonsín u otras alternativas contrarias a la política vigente, "representaron un rechazo al modelo social y económico vigente".
Hizo notar la necesidad de que el gobierno encare la renegociación de la deuda pública, más allá de no patrocinarse una propuesta de no pago, pero sí de un acuerdo con los acreedores, lo que es impulsado por lo expresado ayer mayoritariamente.
Por el lado del Senado, el justicialista Eduardo Menem consideró que el presidente provisional del Senado tiene que "seguir siendo de la Alianza", y ratificó que su hermano, el ex presidente Carlos Menem, "nunca" aceptaría la posibilidad de acceder a una banca en la Cámara alta "como un mecanismo para poder recuperar su libertad".
El senador riojano enfatizó que "una vez que sea solucionado el tema judicial" en la causa que se sigue por la venta ilegal de armas al exterior -por la cual Menem se encuentra detenido-, el ex presidente podría acceder al Senado.
En tanto, al ser consultado sobre la presidencia provisional del Senado, Eduardo Menem dijo que "tiene que seguir siendo de la Alianza, porque es el partido de gobierno y no hay vicepresidente" de la Nación. Menem estimó en declaraciones radiales que un justicialista a cargo del Senado no se sentiría "cómodo por ejemplo presidiendo reuniones de Gabinete o dando instrucciones a ministros".