Los gobernadores del PJ comenzaron a presionar a la administración de Fernando de la Rúa para que pague las deudas que tiene con las provincias por la coparticipación federal de impuestos.
La decisión de los gobernadores del PJ, aún con discrepancias internas, es avanzar sobre la Nación de manera tal que cualquier reticencia de la administración delarruísta a ponerse al día con la Coparticipación pueda ser contestada con un endurecimiento paulatino en la forma de ejercer la oposición en el Congreso.
Así se resolvió durante una dura reunión en las oficinas porteñas del Consejo Federal de Inversiones (CFI), en la que los mandatarios opositores resolvieron pedirle al Gobierno nacional que haga "cuanto antes" una "propuesta concreta" para acordar el modo en que va a saldar las deudas de la coparticipación.
También, los gobernadores del PJ buscarán sumar a la ofensiva sobre la gestión de De la Rúa a sus colegas de la Alianza, por lo que mañana desde las 11 se reunirán con ellos en las oficinas del CFI y les propondrán el armado de un bloque para asegurar el éxito de la jugada en el Congreso de la Nación.
En ese ámbito, el PJ buscará la semana próxima derogar los poderes que el Parlamento delegó en el Poder Ejecutivo -los famosos "superpoderes" del ministro de Economía, Domingo Cavallo- y aprobar una ley que declare "intangibles" los fondos que les corresponden a las provincias por la coparticipación.
El existencia del "quiebre" entre las provincias fue confirmada por el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, quien acusó a dirigentes justicialistas "de las provincias más grandes" de intentar "negociaciones con el gobierno a espaldas de las necesidades de la gente".
A la cita acudieron también los titulares de las bancadas peronistas de senadores, José Luis Gioja, y diputados, Humberto Roggero; el senador pampeano Carlos Verna; el ministro de Economía bonaerense, Oscar Sarghini; el diputado -y senador electo- Oscar Lamberto y el diputado porteño Daniel Scioli, entre otros.
El conflicto se había desatado antes de la cita en la CFI, cuando los gobernadores del FFS, reunidos al mediodía en la Casa de la Provincia de Salta, anunciaron que pedirían para el PJ la Presidencia del Senado y redactaron un durísimo documento con seis puntos para reclamar los fondos de la coparticipación, que incluía la idea de organizar una "marcha federal" y amenazaba con iniciar juicio político al presidente Fernando de la Rúa.
Aunque Kirchner, en diálogo con la prensa, rehusó detallar los nombres de los destinatarios de su acusación, fuentes cercanas a otro de los mandatarios en queja aseguró que se trataba de los gobernadores de Córdoba, José Manuel De la Sota, y de Buenos Aires, Carlos Ruckauf.
"Ojo con los dirigentes políticos, por más representatividad que tengan en las provincias más grandes, que quieren hacer negociaciones con el gobierno a espaldas de las necesidades de la gente", acusó el gobernador patagónico al retirarse de la cumbre que se llevó a cabo en la sede del CFI.
En tanto, Ruckauf prefirió bajarle los decibeles a la disputa, aunque explícitamente se negó a avalar la idea de solicitar la Presidencia del Senado nacional, anunciada por los representantes del Frente Federal Solidario que encabeza el mandatario de San Luis, Adolfo Rodríguez Saa.
"Mi prioridad no es el reparto de los cargos políticos, porque para diciembre todavía falta, sino qué hacemos con los temas pendientes en lo social y lo económico", dijo Ruckauf al ingresar al CFI.
Aunque la decisión de continuar en el camino de la confrontación con la Nación hasta que salde sus deudas con las provincias fue unánime entre los gobernadores, las posturas variaron cuándo analizaron qué medidas deberían tomar para que el dinero en juego finalmente llegue a las arcas distritales.
Así, los gobernadores del Frente Federal Solidario (FFS), que nuclea a 10 provincias chicas administradas por el PJ, llegaron a plantear la posibilidad de iniciarle un "juicio político" al presidente De la Rúa, como máximo responsable de la Nación, si el conflicto por la coparticipación siguiera sin solución.
Al cruce de los más duros -como Néstor Kirchner (Santa Cruz) y el coordinador del FFS, el diputado Ramón Puerta- salieron rápidamente los gobernadores de las provincias más grandes, como Carlos Ruckauf (Buenos Aires) y José Manuel de la Sota (Córdoba), quienes intentaron apaciguar los ánimos de sus colegas.
"Prefiero la prudencia y no tener actitudes agresivas", dijo Ruckauf a la salida del CFI, donde además advirtió que "iniciarle ahora un juicio político al Presidente sería agregar más incertidumbre sobre una crisis que nos está carcomiendo a todos los argentinos".
Lo que hizo "saltar los tapones" de la concordia entre los justicialistas fue la idea de las provincias "chicas" de "tomar" la Presidencia del Senado haciendo pesar la mayoría que poseen en la Cámara alta. "Ustedes no pueden salir a cortarse solos a hablar", les dijo el gobernador cordobés José Manuel De la Sota a sus pares reunidos en el séptimo piso del edificio del Consejo Federal de Inversiones (CFI), según coincidieron distintas fuentes. Sin dejar pasar ni un segundo, el representante de Salta, Juan Carlos Romero, le replicó: "¿Y ustedes que son unos boconazos y salen a hablar en nombre del peronismo y nosotros nos tenemos que quedar callados?". De la Sota que inmediatamente dio las buenas noches y se retiró de la reunión sin hacer declaraciones a los periodistas que aguardaban en la planta baja.
Acto seguido, ante la inquieta mirada del resto de los presentes -entre los que se encontraban algunos legisladores como los diputados Humberto Roggero y Oscar Lamberto, y el senador José Luis Gioja- un mandatario reflexionó que "lo que acá ocurre es que falta un conductor en el peronismo".
Unos minutos antes del cruce entre De la Sota y Romero, los gobernadores tuvieron otra discusión, también muy fuerte, y que fue minimizada por el gobernador Carlos Ruckauf cuando enfrentó a los medios antes de dejar el CFI. Fue cuando los mandatarios discutieron la posibilidad de que el peronismo se adueñe, haciendo ejercer su mayoría, de las presidencias de las cámaras de Diputados y de Senadores.
"No queremos que Puerta esté en la línea directa (de sucesión del jefe de Estado). ¿Qué hizo Ramoncito para ser vicepresidente?", sentenciaron los representantes de las provincias denominadas "grandes".
Tras esta afirmación, los gobernadores "chicos" justificaron: "entonces nosotros tampoco queremos que Camaño sea presidente de la Cámara de Diputados. Y sin los votos de nuestros diputados ustedes no van a ningún lado".