Hasta ahora, Buenos Aires abonaba los haberes de sus empleados y de los jubilados una parte en efectivo y otra en patacones, ante una brusca caída en su recaudación tributaria y al recorte en el giro de los fondos de la coparticipación federal de impuestos por parte del Estado.

Ahora, con los ingresos profundizando su caída, Buenos Aires ya no puede siquiera pagar en efectivo parte de los salarios y las jubilaciones, por lo que el gobernador Carlos Ruckauf pidió autorización a la legislatura local para aumentar el uso de los patacones, que son aceptados para el pago de bienes y servicios.

"Las Cámaras de Diputados y Senadores aprobaron la ley para pagar con patacones la totalidad de los sueldos y las jubilaciones. No quiere decir esto que Ruckauf vaya a hacerlo, pero eso dependerá de la recaudación impositiva", dijo un portavoz del gobierno provicial.

En diciembre, al ritmo de una profundización de la crisis económica que disparó una revuelta popular que acabó con el gobierno del presidente Fernando de la Rúa, los ingresos impositivos de Buenos Aires retrocederían 38 por ciento contra el mismo mes del año pasado, una cifra récord.