El escribano general de Gobierno, Natalio Pedro Echegaray, presidió en el Salón de Lectura de la Cámara alta la apertura de sobres que contienen las declaraciones juradas de los bienes de los senadores nacionales.
El funcionario supervisó la fotocopia de esos documentos, que serán entregados a los particulares que lo soliciten por nota a la Secretaría Administrativa del cuerpo, de acuerdo con una resolución del presidente provisional del Senado, Carlos Maqueda.
La difusión de las declaraciones juradas de los senadores fue reclamada por organizaciones no gubernamentales como el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) y Poder Ciudadano.
Paralelamente, el Senado difundió un paquete de dieciséis decretos del presidente del cuerpo, Juan Carlos Maqueda, mediante los cuales se dispuso congelar vacantes y promociones de empleados, realizar un censo de personal, reducir gastos en pasajes y vehículos, vender automóviles e inmuebles de la Cámara y difundir información interna en una página web.
Las medidas fueron entregadas a los periodistas por la Oficina de Prensa de la Cámara, que las justificó en "principios básicos de transparencia, modernización y eficacia, orientadores para la función pública".
El paquete fue dado a conocer poco después que se realizara en Salón de Lectura de la Cámara la apertura de sobres con las declaraciones juradas de los legisladores, a efectos de obtener fotocopias que serán entregadas a los particulares que lo soliciten por nota a la secretaría administrativa. La presidenta de la comisión de racionalización de los gastos del Senado, Nélida Martí, dijo por otra parte que las medidas permitirían un ahorro de unos 7,5 millones de pesos de los 124 que gasta anualmente la Cámara alta.
Mediante el decreto 382, Maqueda dispuso la creación de una comisión que encarará un censo de personal, para lo cual todos los empleados de la Cámara alta deberán confeccionar en un plazo de 30 días una declaración jurada en la que constarán horarios y funciones.
La medida -tendiente a detectar a los "ñoquis"- se complementará con la creación de un registro de horarios de entrada y salida, probablemente mediante un sistema de lectura de las huellas digitales.
