Reeligieron a Camaño en accidentada sesión

La Cámara de Diputados reeligió como presidente por un año más al duhaldista Eduardo Camaño, durante el curso de una sesión en la que los diputados de centroizquierda abandonaron el recinto disconformes por un acuerdo previo entre las bancadas mayoritarias para que la vicepresidencia tercera del cuerpo fuera para el demoprogresista Alberto Natale, en lugar del socialista Alfredo Bravo.

También fueron reelectos el vicepresidente primero Oraldo Britos (PJ-San Luis), el vice segundo Fortunato Cambareri (UCR-Chubut) y el discutido vice tercero Natale.

El episodio, que quebró la formalidad parlamentaria, se produjo apenas iniciada la sesión preparatoria, cuando la tradición indica que el legislador de mayor edad del recinto debe conducir el debate, hasta que se elija al presidente. En esas circunstancias, el socialista de Alternativa para una República de Iguales Bravo se excusó de ocupar el máximo sitial y anunció en cambio que se retiraría del recinto "para no convalidar una maniobra proscriptiva".

Bravo fue aún más lejos en su discurso y acusó a la UCR de defender "a los personeros de la dictadura", en referencia a Natale, quien ejerció el cargo de intendente de Rosario durante los últimos años del régimen militar. Tras su discurso, Bravo se retiró presuroso seguido por todo el bloque del ARI, incluida Elisa Carrió.

Durante toda la semana el ARI insistió en que le correspondía la vicepresidencia tercera por número de diputados (29), que la coloca como tercera fuerza detrás del justicialismo y el radicalismo. La insistencia del ARI, que planteó la misma cuestión el año pasado, no tuvo resultados positivos entre el bloque mayoritario del PJ y fue por ello que decidieron avanzar con un "desplante" testimonial.

Ocupó entonces la presidencia el diputado radical Alfredo Allende, que le sigue en edad a Bravo, mientras los diputados de izquierda, Patricia Walsh y Luis Zamora, así como los dos legisladores del Frente para el Cambio, Alicia Castro y Alfredo Villalba, pedían la palabra a viva voz. Sin ser escuchados, los cuatro legisladores se retiraron también del recinto, con lo cual quedaron en sus bancas alrededor de 185 diputados.

La actitud del ARI produjo una avalancha de críticas de los sectores oficialistas y de la oposición, a excepción del Frepaso que no se retiró del recinto pero planteó su disconformidad con la decisión tomada por la mayoría.

El radicalismo, imputado directamente por Bravo como "defensor" de la dictadura con las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, argumentó que no hubo elecciones desde la anterior constitución de las autoridades de la Cámara y que por tanto la representatividad continuaba siendo la misma.

El justicialista Roggero -propuesto por Camaño para la presidencia, en homenaje a su inminente retiro para cumplir funciones de embajador argentino en Italia- distinguió la actitud de quienes se fueron del recinto de "los que ponemos el pecho para sostener a la democracia".

Camaño reseñó que en 1999 "los que hoy se retiraron del recinto votaron en contra" de que un cavallista ocupara la vicepresidencia tercera del cuerpo, pese a que Acción por la República era en ese momento la tercera fuerza de la cámara.

El menemista Oscar González invitó a Bravo a revisar los archivos para constatar que durante la dictadura militar integraba el Poder Judicial "una persona conocida", en momentos en que "se le negaban hábeas corpus a los muertos del peronismo".

"Desde octubre a la fecha no hubo elecciones y por lo tanto no cambió la composición política de la Cámara. Consideramos entonces que deben conservarse los espacios de poder que han sido definidos", dijo el presidente del bloque radical, Horacio Pernasetti.

A su turno, Natale se defendió de las acusaciones puntualizando que todo lo hecho en su carrera política respondió a un profundo espíritu democrático. "No fuimos los demócratas progresistas los que alentamos el golpe porque considerábamos que el peor gobierno civil era mejor que un gobierno militar", señaló muy ofuscado Natale.

Luego apeló a su legitimidad ganada en las urnas: "Este es mi quinto mandato como diputado y nunca estuve escondido en ninguna lista sábana", dijo.

Camaño, por su parte, terció en la disputa recordando que en la elección 1999 la Alianza que integraban los diputados del ARI que se retiraron se negó a votar el candidato a la vicepresidencia tercera del cavallismo, convertido entonces por el voto popular en la tercera fuerza.

"Hay que tener mucho cuidado con los antecedentes parlamentarios, porque a la larga se pagan", le dijo finalmente Camaño.

El descontento del presidente del cuerpo no fue menor ante un cambio de escenario inesperado en lo que aguardaba como un día de consagración.

Camaño sufrió un cambio del eje de la sesión con el retiro del ARI porque un debate que se considera formal y laudatorio hacia los candidatos consensuados se convirtió en un pase de facturas por hechos del pasado. Si bien la reelección de Camaño fue unánime y con los palcos llenos de quilmeños que lo ovacionaron, a criterio de su entorno el ARI le aguó la fiesta.

Luego del episodio, Camaño aseguró que el ARI adoptó una actitud que "nunca se ha visto" en este ámbito legislativo y defendió la designación de un representante de partidos provinciales en la vicepresidencia tercera porque "se debe respetar la voluntad popular, y no las alianzas de los bloques".

De esta manera, Camaño se refirió a la actitud asumida por unos treinta y cinco legisladores del ARI y otras fuerzas menores, que abandonaron el recinto de sesiones en señal de protesta por la decisión de otorgar a los provinciales la vicepresidencia tercera.

La molestia que tenía el diputado bonaerense por esta situación fue visible cuando le tocó el turno de dar un mensaje tras ser reelecto por la mayoría de los bloques parlamentarios que respaldaron su designación para ocupar la presidencia por un nuevo período. En declaraciones al periodismo, Camaño aseguró que la actitud del ARI "es una realidad nunca vista y con el agravamiento de que quien tenía que conducir la sesión era la persona de mayor edad, quien era justamente del ARI", en obvia referencia al socialista Alfredo Bravo. Agregó que "lo que pasó en el recinto fue alevoso porque el que tenía conducirlo por tratarse del legislador de mayor edad no lo hace y encima quienes se tienen que quedarse a reclamar lo que creen justo no lo hacen, lo cual es realmente alevoso".

Camaño defendió la posición de mantener a Alberto Natale en la vicepresidenica tercera y dijo que "la lógica indica que hay que respetar la voluntad popular y no pretender lugares por medio de las alianzas de los bloques, porque con este criterio yo divido el bloque justicialista en dos y me quedo con todas las vicepresidencias", acotó.

En ese sentido, Camaño señaló que "podíamos haber mandado 15 al bloque Azul y Blanco y tener dos vicepresidencias" y "eso no hubiera correspondido porque no es una cuestión de cuántas bancas tienen en el recinto, sino cuánto votos se sacó en la elección".

0 Comments

Leave a Comment

Login

Welcome! Login in to your account

Remember me Lost your password?

Lost Password