El Senado rechazó por unanimidad el veto del Poder Ejecutivo a la ley de Protección a la Industria Azucarera, sancionada por el Congreso Nacional el 26 de noviembre de 2002.
Los autores de la ley, los justicialistas Guillermo Jenefes y Marcelo López Arias, celebraron junto a los nutridos grupos de trabajadores azucareros de provincias norteñas la decisión unánime de la Cámara alta. Los fundamentos del proyecto de insistencia que siguió al veto presidencial del 9 de enero pasado, sostienen que "el marco legal sancionado da respuesta a las necesidades de una región con una economía debilitada y grandes necesidades sociales".
La norma establece ciertas medidas de protección de la actividad sometida a los vaivenes del mercado mundial en el cual se registran "prácticas comerciales desleales".
De este modo, la ley 25.751 regresa a la Cámara de Diputados, donde deberían respaldar la decisión de los senadores, con los dos tercios de los votos.
"Atendiendo a la gran asimetría existente entre los mercados brasileño y argentino, es necesario implementar mecanismos legales para neutralizar la incidencia negativa sobre el sector de aquellas prácticas desleales de comercio existentes en la economía mundial", indicó Jenefes.
Entre los fundamentos de la ley se destacó que "la actividad azucarera demanda la mayor cantidad de mano de obra en la región con la ocupación directa de 40 mil personas e indirecta de 150 mil aproximadamente". Esta decisión se tomó en el marco de una sesión en la que se incluyó además el tratamiento de la modificación del Impuesto a los Combustibles, y los pedidos de varios senadores para expulsar al catamarqueño Luis Barrionuevo, por las acciones que llevó adelante en su provincia que impidieron la continuidad de los comicios.
La ley azucarera fue el primer tema de la sesión de hoy, seguida de cerca por los productores, que llenaron el sector destinado al público.