El Senado de la Nación -un cuerpo institucional al que Alfredo Bravo no pudo acceder por un litigio judicial- rindió un sentido homenaje al que fuera presidente del Partido Socialista.
Senadores de distintas bancadas expresaron su dolor por la desaparición de un consecuente luchador gremial, por los derechos humanos y las transformaciones sociales.
Todos los oradores destacaron de distintas formas la inusual coherencia de las acciones de Bravo con sus ideas, por lo cual coincidieron en que su muerte es "una pérdida irreparable para la democracia argentina".
Paradójicamente, el homenaje se produjo en momentos en que la justicia se apresta a decidir el litigio planteado por una banca porteña entre Bravo y el ahora ministro de Justicia, Gustavo Beliz, luego de las elecciones realizadas diecisiete meses atrás.
