La Comisión de Acuerdos del Senado reivindicó implícitamente las facultades del cuerpo en la aprobación de los ascensos de los oficiales de las Fuerzas Armadas, al proponer un procedimiento diferente al elegido por el Poder Ejecutivo para consagrar a los nuevos jefes de la Fuerza Aérea y del Ejército.
El Poder Ejecutivo envió al Senado un proyecto de ley de excepción para promover los nombramientos del brigadier Carlos Alberto Rohde y del general de brigada Roberto Bendini, como comandantes de sus respectivas armas, aún sin tener los tres años reglamentarios de antiguedad. De este modo, ambos oficiales comandarían sus armas mediante una ley de excepción y no por el acuerdo constitucional que solicita el Poder Ejecutivo y acuerda el Senado.
Sin embargo, la Comisión de Acuerdos emitió un dictamen tendiente a modificar las normas en materia de nombramientos de los jefes de cada arma, que excluye para el máximo cargo de las tres armas el requisito del tiempo mínimo. Si el cuerpo aprobara finalmente esta modificación, el Poder Ejecutivo debería luego solicitar el acuerdo correspondiente para Rohde y Bendini.
El proyecto fue impulsado por el riojano Jorge Yoma quien defendió el mecanismo en virtud de que de este modo no se trataría de una norma de excepción, sino que quedaría consagrado como una norma general.
