La Comisión de Asuntos Constitucionales resolvió postergar hasta el proximo 31 de Julio la designación del tercer senador por la Capital Federal como consecuencia de las opiniones enfrentadas entre legisladores radicales y del Frepaso, y los justicialistas.
En la reunión, Vilma Ibarra (Frepaso-Capital Federal) y los legisladores radicales objetaron la decisión de la justicia que favoreció a la candidata del partido Nueva Dirigencia, María Laura Legizamón. En este sentido, Ibarra sugirió "citar a las partes involucradas para que expongan su punto de vista y propuso que el tema sea analizado por un grupo de constitucionalistas antes de tomar una decisión" sobre la designación del tercer senador.
En este sentido, se pronunciaron los radicales Carlos Prades y Raúl Baglini, este último también sugirió que "se realice una audiencia pública con la participación de las partes, organizaciones civiles y un grupo de constitucionalistas" antes de sacar dictamen.
Tras casi tres horas de debate, la presidenta de la comisión, Cristina Fernández de Kirchner, propuso postergar la definición sobre el tema hasta el jueves 31 de julio.
Concretamente, la hermana del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires pidió la presencia de una serie de constitucionalistas para que aportaran opciones alternativas para darle una salida institucional al problema, sin contradecir lo decidido por la Justicia. Ibarra consideró que la banca le pertenecia al ARI, en la persona de Susana Rinaldi -segunda en la lista encabezada por el fallecido Alfredo Bravo- porque su candidatura, con la sumatoria de las dos listas que la apoyaban sacó más votos que la de Nueva Dirigencia, que postuló al ahora ministro de Justicia, Gustavo Beliz.
"No me preocupa por los candidatos, me preocupa por los ciudadanos que fueron engañados, este es un tema complejo y desagradable; un bochorno que viene de antes y que ahora se lo encuentra el Senado", enfatizó.
Tibiamente algunos y con más énfasis otros, la mayoría de los senadores presentes en la reunión decidió acompañar a la ex aliancista en su reclamo, aunque finalmente la presidenta de la comisión remarcó que no estaba dispuesta a someter a la comisión a un desfile de abogados constitucionalistas.
Durante la reunión, los senadores manejaron las dos hipótesis, con los consecuentes problemas que se darían en cada uno de ellos: si aprobaban el pliego de Leguizamón no respetarían la voluntad de los ciudadanos de la Ciudad de Buenos Aires, que prefirieron a Bravo por sobre Beliz.
Si aprobaban el de Susana Rinaldi irían en contra de lo resuelto por la Justicia, con los consecuentes inconvenientes que eso traería como consecuencia. En este contexto, todo parece que indicar que la mayoría de los senadores se inclinará por aprobar el pliego de Leguizamón; aunque cada vez aumenta más el número de los que prefieren no expedirse sobre el tema y dejar vacante la banca perteneciente a la minoría de la Capital Federal hasta diciembre del 2007, fecha en que finaliza el mandato.
