El Senado nacional aprobará esta semana la ratificación de la Convención que declara que no prescriben los crímenes de guerra y lesa humanidad, aunque demora el tratamiento de la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que tiene media sanción de Diputados.
Luego de una semana convulsionada por las diferencias entre el presidente Néstor Kirchner y su vice, Daniel Scioli, por la nulidad de las leyes del perdón, la Cámara Alta será nuevamente escenario de discusión sobre los delitos de lesa humanidad.
Scioli, además de vicepresidente, es el titular del Senado, y poco después de que Diputados aprobara el proyecto de nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, no ocultó sus diferencias con Kirchner y buena parte del Gobierno sobre el tema.
El vicepresidente le restó "validez jurídica" al trámite parlamentario y le otorgó un "valor simbólico", a contramano del fuerte impulso que se la había dado desde el Poder Ejecutivo a la anulación de las normas.
En este sentido, Scioli se diferenció y dijo que es de "escasa validez jurídica avanzar sobre la anulación de las leyes", y que ese paso implicaba sólo "un valor simbólico desde el punto de vista político".
La posición de Scioli, en parte, tuvo su correlato en el interior de la bancada justicialista donde su titular, Miguel Angel Pichetto, escuchó fuertes objeciones a la norma.
Esos cuestionamientos fueron esbozados principalmente por legisladores como la bonaerense Mabel M?ller -de estrecha relación con Eduardo Duhalde, quien a su vez mantiene buen contacto con Scioli; los menemistas riojanos Eduardo Menem y Ada Maza; la salteña Sonia Escudero y Luis Barrionuevo (Catamarca).
El proyecto que tiene media sanción de Diputados fue girado a dos comisiones en la Cámara Alta: Asuntos Penales y Asuntos Constitucionales, ésta última presidida por la primera dama, Cristina Fernández de Kirchner.
Fuentes cercanas a la senadora Fernández de Kirchner señalaron que Asuntos Constitucionales se reunirá el martes próximo pero negaron que "se incluya en el temario el tratamiento de las leyes del perdón".
En un tema sobre el cuál sí existe acuerdo en el Senado, y por eso se avanzará en esa dirección es en la ratificación de la Convención obre imprescriptibilidad de crímenes de guerra y lesa humanidad, que fue impulsado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Con la sanción de la norma, el Convenio pasará a tener "rango constitucional" por ser un tratado sobre derechos humanos, según lo dicta la Constitución nacional reformada en 1994.
Cuando se termine el trámite parlamentario, el tratado estará por encima de cualquier ley que haya sido promulgada en el país, como por ejemplo la ley de Obediencia Debida y Punto Final sancionadas por el Congreso en 1985 y 1986, respectivamente.
Una vez que el Senado ratifique el tratado internacional, el Poder Ejecutivo deberá depositar los instrumentos del tratado en la Secretaria General de la ONU, para que luego de 90 días, la Convención entre en vigor.
En su artículo primero, el tratado indica que "los crímenes de guerra y de lesa humanidad son imprescriptibles, cualquiera sea la fecha en que se hayan cometido", artículo que abriría la puerta para enjuiciar a los militares acusados de violación los derechos humanos durante la ultima dictadura.
El concepto de crimen de lesa humanidad fueron definidos por el Estatuto del Tribunal Internacional de N?remberg en 1948, encargado de juzgar el accionar del nazismo durante la segunda guerra mundial, y menciona "el exterminio, la tortura, la persecución de un grupo con identidad propia por motivos políticos y la desaparición forzada de personas".