El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, y el titular del bloque Justicialista de la Cámara de Senadores, Miguel Angel Pichetto, se reunieron con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en un encuentro en el cual le reiteraron el "absoluto apoyo" al gobierno en la negociación con el FMI y elogiaron la posición de "firmeza y dignidad".
Camaño y Pichetto dieron a conocer una declaración en la que afirmaron que "es fundamental lograr un acuerdo con el Fondo que sea cumplible para la Argentina" y agregaron que "se debe evitar la firma de un compromiso que agrave la situación económica y social de la Argentina".
En la reunión que mantuvieron en la Casa de Gobierno, el jefe de Gabinete informó a los titulares del PJ sobre el curso de las negociaciones con el organismo de crédito que se encuentra en estos momentos trabado.
Asimismo, ambos legisladores se mostraron esperanzados en que "se llegará a un resultado positivo y que finalmente se firmará con el FMI un acuerdo que permita a la Argentina recuperarse socialmente".
Por su parte, el titular del bloque justicialista de la Cámara de Diputados, José María Díaz Bancalari, expresó que "negociar no es claudicar, por eso estamos negociando con dignidad".
"Tenemos que ser claros y precisos: la Argentina no se niega a respetar sus compromisos internacionales. Simplemente está negociando con dignidad ante los acreedores para evitar males mayores al pueblo. El peor default es el hambre y la desocupación", manifestó Díaz Bancalari, quien agregó que "el bloque justicialista respalda incondicionalmente al presidente Néstor Kirchner en este momento clave del país. La Argentina de la dignidad va a imponerse sobre las miserias de aquellos que nos quieren ver de rodillas".
El titular del bloque del PJ sostuvo que "este gobierno privilegia los intereses de los argentinos que quieren trabajar y producir. Por eso no se puede firmar a cualquier precio con el FMI, porque firmar a cualquier precio es condenar a la indigencia de por vida a millones de compatriotas que sueñan con un país en serio". Añadió que el Presidente "cumple con su palabra empeñada desde que asumió el 25 de mayo, y no va a pagar la deuda externa con el sacrificio de las generaciones presentes y futuras. Se va a pagar lo que se debe en la medida que los acreedores comprendan que la recuperación económica alcanzada no puede someterse a riesgo".
Por su parte, el diputado Ricardo Falú también destacó la actitud "valiente" del jefe de Estado y subrayó que en este momento la opción es "FMI o Argentina". En ese marco, el legislador tucumano recordó que durante la década del noventa el Fondo Monetario Internacional celebró las políticas que se llevaban a cabo en el país.
Desde el punto de vista económico-financiero, el presidente de la Comisión de Finanzas de la Cámara baja, Rodolfo Frigeri, desdramatizó la situación al recordar que en diciembre de 2002, la Argentina no cumplió con un vencimiento con el Banco Mundial por 726 millones de dólares, pero las negociaciones continuaron y a los 20 días el país acordó el pago de capital y los intereses correspondientes. Por lo tanto, expresó su confianza de que como en aquella oportunidad, la Argentina y el Fondo llegarán a un entendimiento.
También sostuvo que la decisión de no pagar hoy el vencimiento de 2.900 millones no implicará sanciones inmediatas para el país.
Sin embargo, dijo que será esencial alcanzar este entendimiento porque, de lo contrario, las inversiones se alejarán definitivamente del país y no habrá fondos para financiar el crecimiento.
A su vez el economista y diputado electo Claudio Lozano señaló que "no hay default por no pagar, ya que hay un plazo de 60 días para que haya algún efecto, como la suspensión del crédito y se puede seguir negociando". Lozano, economista de la CTA, agregó que "por ahora la economía no se perjudicará porque no hay urgencias y tiempo para seguir negociando". Agregó que "no hay razones para considerar que no vaya acuerdo porque Argentina al aceptar una meta del 3 por ciento de esfuerzo fiscal, que es un sobreajuste por encima del 2003, no es una meta menor y esta dando señales de pagar".
"Todas las metas o números propuestos por el FMI en las negociaciones preliminares son disparatadas e imposible de cumplir y si se aceptaban el gobierno no tendría fondos para inversión publica y política social", enfatizó Lozano.
Por su lado, la diputada del ARI Elisa Carrió expresó un abierto respaldo a la tarea del Gobierno nacional en su negociación con el Fondo y resaltó transformaciones "históricas" en la administración de Néstor Kirchner. "Ha habido un avance en el ala política del Gobierno de ser más respetuoso con Lavagna", expresó la diputada, quien agregó que "el gobierno se volvió un poco adulto en acompañar una negociación que en principio es seria".
El Gobierno "está negociando, tiene un hábil negociador que es Lavagna y, en la medida en que la Argentina recupere algo de la racionalidad, es importante", señaló Carrió al expresar su respaldo a la manera en que el gobierno encara las negociaciones con el FMI, para lo cual destacó su contribución de "hacer silencio y respaldar".
También, la diputada y líder del ARI entendió que "hay algunas cosas que ya son históricas en el gobierno de Kirchner, por ejemplo cambiar el principio de la impunidad por el principio del juicio", al resaltar la tarea en materia de derechos humanos y de la Corte Suprema de Justicia.