El nuevo proyecto de ley laboral que diseñó el Gobierno ingresará al Senado a principios de la semana próxima, según lo indicó el jefe del bloque justicialista de la Cámara alta, Miguel Angel Pichetto.
"El proyecto está muy avanzado y estaría ingresando a la Cámara alta el lunes o martes próximo", afirmó Pichetto, luego de reunirse en Casa de Gobierno con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, concurrirán el próximo martes al bloque justicialista del Senado para explicar los alcances de la nueva Ley Laboral que, se estima, será presentada en esa Cámara el lunes y debatida en el recinto en la última semana de febrero. Según adelantaron fuentes parlamentarias, el próximo martes a las 17 los ministros visitarán el bloque para explicarle a los 41 senadores peronistas los principales puntos de la nueva ley.
El titular del PJ en la Cámara alta estimó que el cuerpo tratará el proyecto la tercera semana de febrero, para luego girar la iniciativa a Diputados, que -según dijo- le dará sanción definitiva la última semana de este mes.
Para que el Congreso pueda sesionar en febrero, de todos modos, el Poder Ejecutivo debe firmar el decreto de convocatoria a sesiones extraordinarias.
La nueva reforma laboral remplazará a la ley que generó escándalo por el presunto pago de coimas, en el 2000, durante el gobierno del ex presidente radical Fernando de la Rúa, una investigación que se revitalizó en las últimas semanas.
La iniciativa que discutirá el Congreso fue elaborada por la cartera de Trabajo que maneja Tomada, por expreso pedido del presidente Néstor Kirchner.
El pedido del Presidente surgió luego de que el ex secretario parlamentario del Senado, Mario Pontaquarto, reconociera ante la justicia que traslado el dinero que se habría usado para pagar coimas a varios senadores.
La nueva ley, discutida con todas las centrales obreras y con el sector empresario durante dos meses, modifica cuatro puntos de la norma que rige actualmente.
El proyecto del Gobierno acorta el período de prueba a tres meses (en la actualidad es de seis meses, prorrogable por igual periodo) y establece una reducción de aportes, hasta fin de año, para las empresas que contraten nuevos empleados.
Además, modifica el tope a las indemnizaciones para los despidos sin causa y cambia algunos puntos de la negociación colectiva entre sindicatos y empresas.
La nueva norma preservará los convenios alcanzados en el marco de la ley cuestionada, a la que, al margen de estos cambios, no se modificará sustancialmente.
La reforma laboral deberá, antes de ser llevada al recinto, ser discutida en la Comisión de Trabajo que preside el senador radical, Carlos Prades, aunque desde el oficialismo confían en darle "un rápido tramite" a la ley.
"Hay voluntad política para analizar el proyecto con gran rapidez", afirmó Pichetto, quien adelantó que el bloque justicialista recibirá el próximo martes a Alberto Fernández y a Tomada.
Los funcionarios presentarán a los legisladores del PJ la nueva ley laboral y discutirán la agenda parlamentaria para las sesiones extraordinarias de febrero, según dijo Pichetto.
Tras este debate el tema puede ser habilitado para su tratamiento en el recinto, descontando que el Poder Ejecutivo enviará el decreto convocando para el período de sesiones extraordinarias a partir de la segunda quincena de febrero.
La sanción de la nueva "ley laboral", como prefieren llamarla en el Congreso, estará acompañada por la derogación de la polémica "ley de reforma laboral", aprobada con el supuesto pago de sobornos a algunos senadores, en abril del 2000.
Otros de los temas que serían habilitados para su tratamiento en febrero serían el de abigeato (robo de ganado), el de aumento de impuestos a los cigarrillos y el de donante presunto.