El jefe de Estado, Néstor Carlos Kirchner, aseguró que “para levantar esta Argentina que no queremos postrada lo primero que debemos reclamarnos es sinceridad, racionalidad y verdad”, al pronunciar su mensaje en la apertura del 122° Período de Sesiones Ordinarias del Congreso de la Nación.
En su primer mensaje al pueblo argentino inaugurando un período de sesiones ordinarias en el Parlamento, Kirchner dijo que “queremos construir una Argentina moderna, que crezca con equidad. Que se integre al mundo con dignidad. Que se sustente internamente para poder sumarse desde su identidad nacional a un mundo cada vez mas interdependiente”.
También indicó que “el punto de partida de esa construcción no puede ser otro que el reconocimiento del punto exacto donde nos encontramos. Hemos dicho que estamos en el peor de los mundos, en el propio infierno y que la mejora que percibimos es sólo el ascenso del primer escalón”.
Consideró que construir un capitalismo en serio debe ser la estrategia para enfrentar y solucionar los problemas que enfrenta el país. “Un capitalismo con reglas claras, en las que el Estado cubra su rol con inteligencia, para regular, para controlar, para estar presente donde haga falta mitigar los males que el mercado no repara. Un Estado que ponga equilibrio en la sociedad y que permita el normal funcionamiento del país”, sostuvo el primer mandatario.
“No somos el Gobierno del default. No queremos repetir los viejos errores ni eludir la responsabilidad histórica. No queremos persistir en el default, pero la mas fría racionalidad indica que las recetas del pasado no pueden aplicarse”, enfatizó Kirchner.
Mas adelante, el presidente manifestó respecto a las obligaciones contraídas por la deuda externa que “la propuesta a los acreedores explicitada en Dubai parte de la mas absoluta racionalidad y se cimenta en el primer postulado que debe presidir una relación de buena fe: no se ha prometido ni se comprometerá nada que no resulte posible de cumplir. Lo mas irracional y lo mas destructivo hubiera sido postular el engaño de otra solución condenada al fracaso en un corto plazo”. Añadió que “sustentabilidad interna, crecimiento con equidad, cumplimiento con los organismos multilaterales en las condiciones acordadas y propuesta viable a los acreedores son tres aspectos de una misma solución racional a un problema serio, grave y persistente”.
Kirchner afirmó que “este gobierno, con racionalidad y toda la prudencia del caso, seguirá principios firmes de negociación con los tenedores de deuda soberana intentando salir del default sin poner en riesgo el crecimiento que las cuentas nacionales y todos los indicadores evidencian”.
Sobre el particular, agregó que “no pagaremos a costa de que cada vez mas argentinos vean postergado su acceso a la educación, la salud, la vivienda, el empleo decente. Creciendo nuestra economía mejorará nuestra capacidad de pago”.
Además, Kirchner señaló que “tenemos la certeza de que recibiremos una y mil presiones. Sabemos que nos pondrán obstáculos que deberemos superar. Pero sabemos el inmenso apoyo que nuestra defensa de los intereses nacionales tiene en la gran mayoría de nuestro pueblo. No vamos a aflojar”.
En otro tramo de su mensaje, el presidente Kirchner dijo que “nuestra economía debe orientarse centralmente a crecer y reinstalar la movilidad social ascendente que caracterizó a la Argentina. Educación y Salud públicas de primera calidad y protección y promoción social de los que mas necesitan deben ponerse al servicio del objetivo de expatriar ese escarnio de la pobreza invadiendo cada vez mas hogares argentinos”.
Asimismo, sostuvo que “un país con memoria, verdad y justicia tiene que comprometerse profundamente con la defensa de los derechos del hombre. Este concepto debe integrarse al ideario de todos los partidos políticos. No puede reducirse a un concepto de derechas o izquierdas. Desde un punto al otro del espectro ideológico la defensa de los derechos humanos debe constituir un compromiso nacional y racional”.
También indicó que “la educación, la ciencia y las nuevas tecnologías deben desempeñar un papel central en la transformación del modelo productivo y del modelo social, hacia una sociedad del conocimiento que tenga por ideal la inclusión plena del ser humano”.
Tras reseñar los distintos programas instrumentados en estos primeros nueve meses de gestión en el plano educativo, Kirchner señaló que “no podemos seguir perdiendo tiempo. Vamos a recuperar la dignidad y el prestigio social de nuestros docentes, que deben concebirse como los principales actores del cambio, vamos a lograr frenar el drenaje al exterior de nuestros principales intelectuales y científicos. Tenemos que poder volver a estar orgullosos de nuestras escuelas, de nuestras Universidades y de nuestros laboratorios de investigación. En este campo se define el futuro de los hijos de todos”.
Al referirse a las iniciativas implementadas en el área de Desarrollo Social, el jefe de Estado manifestó que “hacer honor al pago de esta deuda interna que tenemos los argentinos requiere tesón, creatividad, imaginación, compromiso, apertura mental y solidaridad, pero sobre todo , trabajo diario. Es necesario derrotar la cultura de la prebenda o del clientelismo poniendo al hombre y a la mujer como destinatarios de este esfuerzo”.
Kirchner aseveró que “la Argentina no sólo tiene que crecer. Tiene que crecer generando empleo. Hoy por cada punto de crecimiento del producto, estamos generando tres veces mas empleo que hace diez años. la generación de nuevos puestos de trabajo genuinos alienta nuestra confianza en que continúe el descenso de los índices de desocupación en cualquiera de los métodos de medición que se tomen en cuenta”.
Tras recordar los cambios que se han producido en materia de política internacional durante los últimos años, Kirchner sostuvo que “en ese mundo la Argentina debe tratar de ocupar con postura propia, sólida, juiciosa y digna, un lugar. Ese lugar estará siempre condicionado por su peso específico, limitado no sólo por el tamaño de nuestra economía sino también en orden a la credibilidad y previsibilidad de sus actos”. Añadió que “la nueva estrategia de inserción internacional debe basarse en el concepto de la integración productiva, con fuerte interacción de aquellas naciones que poseen complementación mutua. Por eso debemos reforzar y ampliar el Mercosur. Por eso pensamos que no nos servirá cualquier Acuerdo de Libre Comercio de las Américas. El Acuerdo posible será aquel que reconozca las diversidades y permita los beneficios mutuos”.
Sobre el final de su mensaje, el presidente Kirchner aseguró que “si tuviéramos que definir el estado de la Nación Argentina deberíamos decir: La Argentina está haciéndose cargo de sus problemas, trabajando intensamente para salir de ellos y superarlos. El estado de nuestra Patria es la expectativa, es la esperanza, es el compromiso para dar todas las batallas que sean necesarias para salir adelante”.
Asimismo, indicó que “hay una Argentina residual, destruida por las huellas de lo que nos pasó. La que queremos superar. Y está la Argentina de nuestros sueños, la que queremos construir, la que estamos construyendo. Ese debe ser el Proyecto Argentino. Hemos puesto al gobierno del lado de la gente, del lado de nuestro pueblo. A nuestro modo, con nuestro estilo, hemos sacado al gobierno de los despachos a la calle, a los barrios, a los pueblos y a las ciudades donde nuestra gente vive, trabaja, sufre y lucha”.
Por último, el primer mandatario expresó que “llegué con mis sueños, que creo que son los sueños compartidos de la inmensa mayoría de los argentinos, y mis convicciones a la Casa de Gobierno. Aprendimos que podemos. Que se pueden vencer la inacción, la desidia, la indolencia. Que se puede, a condición de que afrontemos los problemas y nos dispongamos al esfuerzo de enfrentarlos, sin necesidad de renunciar ni a los sueños ni a las convicciones”.
Kirchner, acompañado por su esposa, la senadora Cristina Fernández, fue recibido en las escalinatas del Palacio Legislativo por el presidente Provisional del Senado y vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli. También recibió los saludos de parte del responsable de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, quién se encontraba acompañado por los integrantes de los distintos bloques políticos que conforman el arco parlamentario.
Entre los asistentes a la apertura de las sesiones del Congreso se encontraban la totalidad de los integrantes del Gabinete Nacional, el titular de la Corte Suprema de Justicia, Enrique Petracchi; gobernadores provinciales, intendentes municipales, embajadores extranjeros acreditados en el país, jefes militares, representantes de la Iglesia Católica y demás cultos acreditados en el país, miembros de las fuerzas de seguridad, e invitados especiales.
Una multitudinaria concurrencia, portando en su mayoría banderas nacionales, le otorgaron un colorido y festivo marco a la trascendente jornada. Los asistentes a la concentración de la Plaza de los Dos Congresos siguieron con especial atención, a través de altoparlantes, el discurso del primer mandatario, acompañando con aplausos diversos tramos del mismo.
Kirchner se trasladó desde la Casa de Gobierno hasta la sede del Poder Legislativo en el automóvil oficial, habiendo sido escoltado a su llegada y a en su partida, por efectivos del Regimiento de Granaderos a Caballo General José de San Martín.