Legisladores nacionales de diferentes respaldaron con matices la postura del gobierno nacional de cara al pago de 3.100 millones de dólares que debe efectivizar al FMI y exigieron al organismo que cumpla su parte del acuerdo. Empero, también hubo voces críticas como la del senador Ricardo Gómez Diez.
Desde el justicialismo, el titular del bloque de diputados nacionales, José María Díaz Bancalari, aseguró que la Argentina "cumplió sobremanera todas las metas de la carta de intención de setiembre" y consideró que "si hay situaciones de incumplimiento sería de parte del Fondo".
Desde el radicalismo, el diputado nacional Leopoldo Moreau "el tema de la deuda externa colocó sobre el tapete la naturaleza de las acciones del gobierno" al que le reclamó que "deje de lado la tentación de manejar la cuestión como una campaña publicitaria".
"Sería nefasto -añadió Moreau- que la discusión se plantee en términos tales como: si se paga el vencimiento de mañana el presidente Kirchner pasa a ser un traidor a la patria y si no se paga Robin Hood. Ni una cosa ni la otra".
Por su parte, la Unión Cívica Radical señaló, a través de un documento, el apoyo a "la firmeza del Gobierno" en las tratativas con los organismos multilaterales de crédito y ratificó que la postura de Argentina "es correcta".
"Entendemos que la revisión de las metas a cumplir con dicho organismo no deben servir de excusa para incluir nuevas exigencias", puntualizó.
A la vez, en el documento agregó: "La Argentina ha cumplido con creces los compromisos asumidos en el acuerdo firmado en septiembre de 2003".
En ese sentido, el radicalismo planteó la necesidad de tender puentes con Brasil y los demás países del Mercosur bajo la convicción, según insiste la declaración, de "no comprometer el crecimiento con el pago de la deuda". De todas formas, la UCR no dejó de solayar que el Gobierno debe reconocer "el rol de Congreso Nacional, conforme lo determina nuestra Constitución Nacional y convocar a los sectores políticos y sociales más representativos".
El titular del bloque del ARI en la Cámara baja, Eduardo Macaluse, advirtió que "no hay que entrar en la histeria que quiere generar el establishment en caso de que la Argentina no pague", y advirtió que la Constitución "dice que el tema debe tratarlo el Congreso, pero es difícil opinar sin información".
"Hay cosas en las negociaciones que el ARI no hubiera hecho, como en lo que respecta a la asimetría entre la discusión con el Fondo y con los ahorristas. Nosotros habíamos planteado una quita para ambos pero ahora no queremos exacerbar las diferencias para entorpecer a quiénes estan negociando", dijo Macaluse.
El senador salteño Ricardo Gómez Diez se manifestó a favor de que el gobierno pague el compromiso sin que medie una comunicación previa del organismo. "Nosotros pensamos que a la Argentina le conviene cumplir con el Fondo, Argentina debe iniciar de manera seria las relaciones con los bonistas", señaló el legislador.
"Se va a acentuar el aislamiento de la Argentina si no se paga", advirtió Gómez Diez.
La diputada justicialista Hilda "Chiche" Duhalde consideró que durante la negociación entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional no se va a "tirar tanto del hilo como para que se rompa".
"Sinceramente creo que no van a tirar tanto del hilo como para que se rompa", afirmó "Chiche" Duhalde, al tiempo que confió en que se va a "llegar a un acuerdo" con el organismo multilateral.
Para la ex primera dama, el nuevo momento de definiciones en la relación entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional "va a ser duro y doloroso como viene siendo en este último tiempo y sobre todo con un gobierno que se planta de una forma diferente".
Por su parte, el senador justicialista Jorge Yoma respaldó la postura del Gobierno. "Pagar semejante cifra, que casi iguala el superávit primario comprometido con el FMI para este año, sin tener una certeza que el esfuerzo de Argentina es aceptado, sería un acto de ingenuidad", afirmó el senador Yoma.
Yoma dijo además que si la Argentina no paga el vencimiento de 3.150 millones de dólares "no pasa absolutamente nada", por lo que rechazó que el país vaya a quedar "asilado del mundo".
"Hay una muy buena sintonía con los países centrales, no vamos a quedar asilados", sostuvo Yoma. Para el legislador riojano, Kirchner "está buscando las mejores condiciones" para negociar ante los acreedores privados, que reclaman al Gobierno mejoras en la quita del 75 por ciento de la deuda en default que propuso el Poder Ejecutivo.
Por su parte, el diputado macrista Federico Pinedo sostuvo que "para presionar al FMI y para que reconozca que la Argentina está cumpliendo con sus obligaciones y actuando con seriedad, el gobierno debería pagar".
"No pagar es hacerle el juego a quiénes defienden sus intereses a costa de los nuestros y el costo político del gobierno cuando deba pagar en el futuro será mayor. Nosotros apoyamos al gobierno en la negociación por la deuda", aseveró Pinedo.
En tanto, el diputado socialista Héctor Polino, que presentó un proyecto de ley para rechazar las imposiciones del FMI, instó al Ejecutivo a "no transar con las imposiciones insolentes del organismo internacional porque cuando el país siguió sus recetas las mismas nos condujeron a un verdadero y estrepitoso desastre social".
El diputado nacional Claudio Lozano opinó hoy que "hay que desdramatizar la discusión sobre lo que va a pasar mañana", cuando venza una obligación por 3.100 millones de dólares que la Argentina aún no decidió si pagará al Fondo. "Los augurios de tragedia no tienen asidero" debido a diversas razones, dijo el legislador en un comunicado distribuido esta noche.
Lozano expresó que "si la Argentina no pagase este vencimiento, estaría incurriendo en un incumplimiento administrativo que abre un trámite de discusión y negociaciones de seis meses de duración", y "sólo después de transcurrido ese plazo se entraría en default".
Asimismo, "el Gobierno no tiene una relación de conflicto con el FMI, básicamente porque el Fondo es el acreedor privilegiado de la Argentina".
A su turno, el senador santacruceño del PJ Nicolás Fernández consideró que "el gobierno argentino está preocupado por la deuda social, educativa, de infraestructura y de salud para con los ciudadanos" y reseñó que "muchas veces, bajo la amenaza de los fantasmas que podían venir sobre el país, se pagó sin que los resultados fueran positivos", por lo que ahora "no hay que pagar bajo cualquier precio".
Por su parte, el ex gobernador mendocino Roberto Iglesias manifestó su deseo de que la situación actual forme parte de "los tires y aflojes" propios de toda negociación. No obstante, Iglesias manifestó su apoyo a la "postura firme" esbozada por el presidente Kirchner en el tema de la deuda.
"Yo quiero creer que son los tires y aflojes de toda negociación, que ambas partes están trabajando con la seriedad, que se tiene que llegar a un acuerdo. A mí me parece que no está mal que Argentina mantenga una postura firme", señaló Iglesias, quien ocupa desde el 10 de diciembre pasado una banca en la Cámara baja nacional por la Unión Cívica Radical mendocina.
Desde la provincia de Buenos Aires, la diputada Hilda González de Duhalde dijo que "se va a llegar a un acuerdo" con el FMI. "Tendremos que esperar la decisión del gobierno nacional. Yo creo que no van a tirar tanto del hilo. Va a ser duro, va a ser doloroso, pero creo que se va a llegar a un acuerdo", señaló la ex primera dama.