La camarista Carmen Argibay defenderá hoy en una audiencia pública en el Senado su postulación para integrar la Corte Suprema de Justicia, en reemplazo de Guillermo López, quien renunció antes de que avance un juicio político en su contra.
De esta manera, el Senado culminará esta primera etapa de renovación de la Corte Suprema que comenzó hace un año con la asunción del presidente Néstor Kirchner. En el primer tramo fueron votados los pliegos de Eugenio Zaffaroni y Elena Higton de Nolasco y ahora se encaminan a hacer lo propio con la nominación de Argibay, siempre que supere las impugnaciones en la audiencia que se realizará hoy.
La sesión pública es el último trámite antes de que la Comisión de Acuerdos se pronuncie sobre la conveniencia o no de designar a Argibay, cuyo pliego ingresó al Senado el último 31 de marzo. Si la Comisión, y luego el Senado en pleno, le prestan acuerdo a la candidata propuesta por el Poder Ejecutivo, el presidente Néstor Kirchner contará con tres jueces designados durante su gestión, que se inició hace poco más de un año.
La audiencia pública en el Senado fue convocada para las 9 en el Salón Azul del palacio legislativo y se espera que asistan alrededor de 100 personas, según calculan en la Comisión de Acuerdos, que preside el senador justicialista Jorge Yoma.
En la sesión pública, Argibay deberá responder 30 preguntas que acompañaron las impugnaciones, más las que le formulen los propios legisladores, según las estimaciones de la Comisión.
Según indicaron fuentes parlamentarias, Argibay cuenta con el apoyo del PJ, los senadores de centroizquierda y parte de la bancada radical, lo cual en principio le aseguraría su designación.
La penalista, quien actualmente cumple funciones en el Tribunal Penal Internacional de La Haya, recibió 29 impugnaciones, relacionadas en su mayoría con sus declaraciones sobre el aborto y su condición de "atea militante", como ella misma se definió.
Entre los cuestionamientos públicos contra Argibay se destacó el expresado por el vocero del Arzobispado porteño, el sacerdote Guillermo Marcó, quien fundamentó su posición sobre la base de que con Zaffaroni ya está representada una "minoría" de la población.
"Hay ciertas designaciones que no representan al pueblo, o sólo a un sector minúsculo. Creo que con uno (por la incorporación de Zaffaroni) ya está bien. Dos ya es excesivo", dijo en su momento el vocero del Arzobispado porteño.
De las 29 presentaciones en contra de Argibay, tres son impugnaciones "en cadena", una de las cuales tiene 2.321 carillas, todas escritas igual, pero firmadas por diferentes personas.
Por otro lado, la candidata recibió 19 adhesiones que resaltan su calidad profesional, su trayectoria y su postura a favor de la defensa de los derechos humanos.
