El ministro de Economía, Roberto Lavagna, deberá convencer a gobernadores y senadores de la conveniencia de lograr la aprobación de la Cámara alta el proyecto de ley de responsabilidad fiscal que pone un freno al endeudamiento y déficit de las provincias, generando un sistema de premios y castigos que ya fue rechazado por el propio peronismo.

"El bloque del PJ decidió que, a pesar de tener el dictamen firmado, es necesario postergar el tratamiento del proyecto hasta que surja un acuerdo firme entre la Nación y los gobernadores", sostuvo la semana pasada el senador Jorge Capitanich, titular de la Comisión de Presupuesto del Senado lo que revela que el panorama se presenta complicado para el Ejecutivo.

El problema de fondo en este conflicto está relacionado con la obligación que contrajeron varias provincias a las cuales la Nación les refinanció 25.000 millones de pesos, y el año próximo deberán hacer frente a los pagos de capitales e intereses de esas nuevas deudas.

El proyecto de Responsabilidad Fiscal del Poder Ejecutivo exige a las provincias ajustar sus déficit al 15 por ciento del PBI, y establece que si superan ese porcentaje deberán ajustar sus gastos, por lo que once provincias fuertemente endeudadas, caerían dentro de este ajuste.

Para los senadores justicialistas la norma debería contemplar una nueva renegociación de la deuda porque de lo contrario muchas provincias quedarían automáticamente en falta una vez sancionada la ley. En Economía no descartan que, además de la gestión del propio Lavagna para destrabar la sanción proyecto, deba sumarse el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para que quede en última instancia la mediación del propio presidente Néstor Kirchner con los gobernadores.