Por ajustada mayoría, el macrismo logró aprobar el proyecto en general pero es posible que los disturbios que rodearon a esa sesión se repitan en las deliberaciones en las que se discutirá la reforma artículo por artículo, consideraron fuentes legislativas.

"Esto va para largo", admitieron portavoces de los diferentes bloques de la Legislatura, algunos de los cuales creen que habrá artículos que no reunirán los 31 votos necesarios para su sanción y volverán a comisión, por lo que la reforma completa puede demorar meses en concretarse.

Los legisladores de Compromiso para el Cambio Jorge Enriquez y Gabriela Miccheti, y la representante de Izquierda Unida Vilma Ripoll prosiguieron fijando sus posiciones a través de declaraciones radiales, en favor de las modificaciones aprobadas en el caso de los macristas, y en contra por parte de la diputada de IU.

Al expresar su desacuerdo con el nuevo Código, Ripoll sostuvo que lo más grave "es que avancemos en un reclamo legítimo de más seguridad que hacen los habitantes de la ciudad con una modificación que va a penalizar los problemas sociales, con multas y arrestos, en vez de trabajo". Agregó que estos cambios apuntan "contra la protesta social, los jóvenes y los más pobres, que para vivir tienen que trabajar en la calle".

Por su parte, el diputado Enriquez se manifestó "totalmente en contra de la prostitución callejera", porque "es una ocupación del espacio público absolutamente indebida, que ha generado problemas de convivencia muy severos".

"No nos oponemos a lo que cada uno haga dentro de cuatro paredes mientras no dañe a otro, pero es lógico que el Estado vele por el mantenimiento de niveles mínimos de orden y decoro, compatibles con los valores morales medios de la sociedad", agregó.

La presidenta del bloque de Compromiso para el Cambio, Gabriela Miccheti, también hizo hincapié en los incidentes que hubo dentro y fuera del recinto, al señalar que "trabajar con una veintena o treintena de personas gritando en forma muy agresiva es muy difícil". Miccheti subrayó que algunas actividades que se busca penalizar con esta reforma "en realidad son cosas que están prohibidas hoy también", y dijo que de lo que se trata es lograr "un texto más eficiente para accionar" contra los responsables de esas contravenciones.

Sobre las manifestaciones en la vía pública, la diputada indicó que es una acción "absolutamente legal, pero el Estado debe regular entre dos derechos, como los de circulación y libre manifestación".

Tras el escándalo del miércoles, el secretario de Seguridad del gobierno local, Juan Carlos López, adelantó que "el proyecto, tal como está, será vetado por errores sistemáticos", aunque aseguró que el Gobierno "dejará que se desarrolle el trabajo parlamentario". El funcionario oficializó la opinión que adelantó Ibarra en el sentido de que está "en desacuerdo con algunos artículos propuestos", sobre todo el vinculado con "la baja en la edad de la imputabilidad", que también puede ser declarada inconstitucional, tras la promulgación.

Helio Rebot, miembro informante por la mayoría macrista, usó un tono conciliador y dijo que su bloque "está dispuesto a discutir todo el articulado", aunque advirtió que "el consenso es muy difícil ya que hay 20 legisladores que no votan ninguna reforma".

Sobre la prostitución dijo que se deben determinar claramente cuáles son los lugares donde no se podrá ejercer.

De acuerdo con esa propuesta, pueden surgir en la ciudad las denominadas "zonas rojas" en áreas en las que no haya concentración de viviendas, ni templos o escuelas, como en la Costanera.

Sin embargo, aclaró que "si no hay consenso sobre la prohibición -que puede ser declarada inconstitucional- se buscará perfeccionar el despacho de mayoría".