El diputado demócrata progresista santafesino Alberto Natale: "El Presidente ha demostrado su incapacidad en la materia", evaluó. "El Estado no puede seguir ausente en la prevención y control de delitos, queda claro que nadie quiere mano dura ni represión que viole derechos humanos, simplemente se pide cumplir con la ley" pidió Natale.

Por su parte, el senador Eduardo Menem calificó al Gustavo Beliz como un dirigente "sin escrúpulos", y agregó que ante cada crisis que debe enfrentar como funcionario actúa como una persona "histérica y despechada".

"Beliz demostró durante todas las veces que ocupó la función pública no tener escrúpulos y traicionar reiteradamente a quien lo convocó. Ante cualquier crisis que no puede resolver no duda en mostrarse como una persona histérica y despechada", sostuvo Menem.

El legislador recordó que cuando participó en el gobierno del ex presidente Carlos Menem en 1993 como ministro del Interior, Beliz actuó de la "misma manera" al irse de la función "escapando y tirando lodo por todas partes".

Por su parte, el diputado socialista Héctor Polino sostuvo que "los desplazamientos de Beliz y Quantin ponen fin a una etapa de gestión en materia de seguridad, pero no resuelven por sí solos el problema de fondo de la violencia en la Argentina".

"La violencia -agregó el legislador- comienza con la injusta distribución del ingreso y los altísimos índices de desocupación.

Como consecuencia, continúa luego con acciones desbordadas como las acontecidas en la Legislatura porteña que merecen el rechazo general y la aplicación de la ley".

El senador radical independiente Rodolfo Terragno dijo que los recambios ministeriales "no significan nada" y aseguró que "no habrá cambios de políticas sino, al contrario, continuidad".

"Esto es como el ejército de la ópera Aída: salen por la derecha, entran por la izquierda, pero son siempre los mismos. Beliz fue ministro del Interior de Menem; Iribarne fue viceministro del Interior de Menem. Es el pasado que vuelve".