La Legislatura porteña aprobó por 37 contra 10 votos, el convenio que dispone la transferencia de 17 hectáreas que actualmente ocupa la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), para que sea sede de un Museo de la Memoria en homenaje a las víctimas de la última dictadura militar.
Al momento de la sanción, en medio de fuertes aplausos, y a instancias de la diputada María Florencia Polimeni, de Compromiso para el Cambio, el Cuerpo realizó un minuto de silencio "en homenaje a los caídos durante la dictadura militar" para luego entonar el Himno Nacional.
El kirchnerista Miguel Talento inició el debate y al respaldar el proyecto subrayó que "éste no es un acto de venganza, sino de reparación histórica". Así demandó "construir un espacio de memoria para que nunca más entre los argentinos se produzca una lucha fraccionaria y se utilice el Estado para producir un genocidio como el ocurrido a partir de 1976".
El socialista Roy Cortina, al intervenir en apoyo del proyecto de ley, se encargó de destacar "la presencia de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo", lo que originó un aplauso de todo el público y los diputados.
Noemí Olivetto, presidenta de la comisión de Derechos Humanos en una escueta intervención argumentó que "la ESMA en su totalidad debe ser entregada a los familiares de los desaparecidos, porque nadie podría decir en qué manzana se torturó o en qué manzana se decidió tirar al mar a personas".
En tanto, Rodrigo Herrera Bravo opinó que "el mejor destino es aquel que conjuga necesidad estratégica de la construcción de la identidad como pueblo, con la necesidad cotidiana y práctica de los vecinos de esta ciudad en el aquí y ahora".
Martín Borrelli, del Partido Federal, cuestionó como "un error grosero, el no haber señalado en el dictamen de las comisiones de Interjurisdiccionales y de DDHH, cuántas personas trabajan, cuántos alumnos asisten y la superficie que ocupan los edificios del Polo Educativo".
Alicia Bello, del bloque Compromiso para el Cambio sostuvo que "la ESMA representa en la memoria colectiva de los argentinos un símbolo del terrorismo de Estado que aún deja huellas".
En tanto, el kirchnerista Milcíades Peña recordó que "la gesta por la liberación nacional que abrazaron los jóvenes de las décadas del 60 y 70, tiene en la ESMA el símbolo mayor de la barbarie que se les opuso con el terrorismo de Estado".
