El justicialismo confía en que contará -para la sesión del miércoles- con el número necesario para aprobar en el recinto de la Cámara baja el proyecto, que es rechazado por la oposición, que cuestiona la delegación de facultades y ya anticipó que votará en contra de la iniciativa.

Rechazan el proyecto los bloques del radicalismo, el ARI, el Interbloque Federal, el socialismo, la izquierda y Emancipación y Justicia, que encabeza Claudio Lozano, que anticipó que realizará una movida hoy y mañana para plantear su postura y proponer alternativas al proyecto oficial. De esa convocatoria -que se realizará en el anexo de la Cámara baja- participarán además los diputados nacionales Mario Cafiero (Soberanía Popular), Alicia Castro (Frente para el Cambio), Jorge Rivas (socialista), Patricia Walsh (IU) y Margarita Stolbizer (UCR), entre otros. Esos bloques firmaron en disidencia total el dictamen emitido el miércoles por la comisión de Presupuesto que preside el justicialista jujeño Carlos Snopek, luego de un fuerte debate, centrado principalmente en la discusión en torno a las facultades delegadas.

En cambio, el Interbloque Provincias Unidas, que lidera el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá, cuestionó fuertemente el proyecto, aunque no se sumó a la disidencia total planteada por el resto de la oposición sino que anticipó su decisión de impulsar un dictamen de minoría propio.

Sin embargo, y más allá del rechazo de ese arco opositor, el justicialismo ya transmitió al gobierno que cuenta con los votos necesarios para habilitar el debate y aprobar el proyecto, luego de asegurarse el respaldo de varios aliados, entre ellos los legisladores del Frepaso y de Encuentro.

El apoyo de los diputados de los denominados bloques transversales llevó tranquilidad al bloque oficialista, sobre todo ante la actitud de algunos miembros de la bancada oficialista que amenazaron con retirarse del recinto a la hora de votar las facultades delegadas.

Otro factor que llevó calma al bloque del PJ fue la postura adoptada en los últimos días por el radicalismo, que había planteado en principio la posibilidad de no dar quórum y luego cambió de postura: bajará al recinto para habilitar el debate pero anticipó que votará en contra.