Además, el proyecto enviado hace diez días por la Cámara de Diputados prevé un crecimiento de la economía del 4 por ciento, un superávit del 3,9 por ciento, una inflación estimada entre 7,5 al 10 por ciento y un dólar en 3 pesos.

Otro artículo que motivó un fuerte debate en la Cámara baja, es el que ratifica el decreto 214 de pesificación monetaria, rechazado en el debate en general por varios diputados que habían pedido eliminarlo del Presupuesto 2005. De acuerdo a la propuesta del Poder Ejecutivo, la mitad de los gastos se destinarán a diversos servicios sociales, mientras que para la deuda se destinarán 10.052 millones de pesos, y habrá un refuerzo de más de 2000 millones para obras públicas.

La aprobación del proyecto aparece como un trámite para el oficialismo debido a la amplia mayoría del bloque PJ en la Cámara alta (41 de los 71 integrantes), un hecho que permitió también que el dictamen de la Comisión de Presupuesto se consiguiera en menos de una semana.

Con estos elementos a favor, el bloque que preside el rionegrino Miguel Angel Pichetto se prepara para aprobar en una extensa sesión una iniciativa que es resistida por una veintena de legisladores, en su mayoría pertenecientes a la bancada radical.

Justamente, los 16 senadores de la UCR ya anticiparon que adoptarán la misma posición que sus pares de diputados: esperarán que el peronismo reúna el quórum para iniciar la sesión (37 senadores) y luego se acercarán al recinto para participar del debate. También rechazarán el proyecto, el santafesino socialista Rubén Giustiniani, los tucumanos de Fuerza Republicana Delia Pinchetti y Ricardo Bussi, los neuquinos Luz Sapag y Pedro Salvatori, el rionegrino Luis Falcó (radical patagónico) y el porteño Rodolfo Terragno (radical disidente).

En realidad, a las autoridades del bloque peronista les preocupan más algunos posicionamientos internos de su bancada que lo que finalmente hagan los opositores confesos.