El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, analizó con sus dirigentes más cercanos si se presentará el martes ante la Legislatura porteña para retomar el debate sobre la tragedia de Cromañón, en un escenario de fuerte polémica con la oposición.
El argumento utilizado para interrumpir la sesión fue que los familiares que integraban el público y que estaban en los palcos del recinto desde las 17, solicitaban que se aplazara el debate frente a la extensión de la sesión y los preparativos para los actos porque se cumplía un mes de la tragedia.
Luego de largos minutos de tensión, gritos contra el jefe de Gobierno y cruces entre los legisladores, a las 4 del sábado, el vicepresidente del cuerpo Santiago de Estrada anunció un cuarto intermedio hasta el martes a las 14, pero Ibarra dejó trascender que no irá ya que, afirmó, "la oposición busca que siga la crisis en la ciudad".
"Siento que estuve diez horas en la Legislatura, me preguntaron todo lo que había que preguntar, y respondí", señaló el jefe de Gobierno porteño en declaraciones publicadas por los matutinos La Nación y Clarín.
El jefe de Gabinete de Ibarra, Raúl Fernández, había sido más explícito ayer cuando afirmó que el macrismo podría generar "una situación de circo romano" el martes en la Legislatura, y argumentó que "institucionalmente" el informe que presentó el funcionario ante los diputados "está cerrado".
Macri decidió observar en silencio las derivaciones del conflicto dentro de uno de sus bloques porteños e hizo saber que no emitirá opiniones públicas por estas horas, ya que la referencia puntual quedará en manos del bloque de los diputados de Compromiso para el Cambio, que preside Gabriela Michetti.
"Queremos salir de la especulación sobre el dolor de los padres. Institucionalmente, se hizo lo que se debía hacer por los carriles legislativos que corresponden. La crisis no se prolonga por un cuarto intermedio sino por las omisiones que hubo en el control de la corrupción", señalaron voceros de Macri.
