Legisladores nacionales elogiaron la negociación llevada a cabo por el Gobierno en la reestructuración de la deuda y coincidieron en que se abrirá una nueva etapa para el crecimiento del país.
"El país recupera credibilidad, confianza y prestigio y con el esfuerzo que viene se comienza el desarrollo, el progreso y un crecimiento con justicia social", consideró el vicepresidente Daniel Scioli, quien agregó que esta negociación "es una prueba de la seriedad del país".
El diputado Justicialista por Chaco, Rafael González, vicepresidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara baja, destacó el resultado del canje, al sostener que el Gobierno tuvo "una estrategia para la negociación, una dirección y una metodología. No fue errático y el resultado fue un buen nivel de aceptación para la Argentina".
En ese sentido, su par por Santa Fe, Oscar Lamberto, consideró "exitoso" el resultado del canje y destacó que "se cierra con esto una etapa de 3 años llenos de complicaciones", a la vez que afirmó que esa negociación "amerita un reconocimiento para el equipo económico".
Por su parte, el diputado nacional de la CTA, Claudio Lozano, sostuvo que "el éxito del canje estaba garantizado porque los principales factores de poder habían resuelto su situación en el marco de su estrategia" pero, dijo, "los grandes problemas de la Argentina como la redistribución del ingreso no se resuelven con esto".
Desde la centroderecha, el diputado macrista de Compromiso para el Cambio Federico Pinedo consideró que "ni la deuda ni el default fueron generados por Kirchner que sí ha culminado con el proceso de reestructuración con una quita extraordinaria" aunque dijo que "no es para festejar porque ha hecho el 'empome'(sic) más grande de la historia".
Por su parte, el diputado nacional de Soberanía Popular, Mario Cafiero, consideró que "Alfonsín y Kirchner tuvieron la oportunidad histórica de investigar el origen de la deuda y repudiarla y ninguno de los dos lo hicieron". En tanto, Jorge Rivas, titular del bloque de diputados socialistas, consideró que "ninguno de los problemas centrales se resuelven con la salida del default" y sostuvo que "hubiera sido interesante que el presidente en lugar de abofetear a los cadáveres insepultos del neoliberalismo pusiera su energía en resolver los índices de pobreza y desigual distribución de riqueza".
