Camaño -un duhaldista que controla las sesiones con mano firme- intentó convencer a Pernasetti de que acepte llevar al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a un plenario de comisiones para que responda a todas las preguntas sobre el tráfico de drogas de Argentina a España, pero el radical rechazó la propuesta. Ni Pernasetti ni Camaño quisieron comentar lo que se discutió en ese encuentro a puertas cerradas, pero el jefe del bloque radical confirmó que presentará un nuevo pedido de sesión especial para pedir la interpelación del jefe de Gabinete.

Fernández no es el único funcionario reclamado por la oposición porque existen, además, pedidos de interpelación para los ministros de Defensa, José Pampuro; del Interior, Aníbal Fernández; y de Planificación, Julio De Vido; y del secretario de Transporte, Ricardo Jaime.

Los opositores de todos los colores políticos intentaron llevar adelante una sesión especial, pero no lograron el quorum para desarrollar el debate.

Camaño le dio la palabra a Pernasetti, quien pronunció un breve discurso, y levantó la sesión por falta de quorum. Ese fue el inicio de un tenso debate entre opositores y peronistas de todas las corrientes -kirchneristas, duhaldistas, aldolfistas y menemistas- y fue imposible realizar la primera sesión del período ordinario 2005.

Los opositores se negaron a acordar la agenda legislativa, que para ser habilitada necesita los votos de los dos tercios de los diputados presentes en el recinto, porque el peronismo no quería tratar el escándalo de las "narcovalijas" de SW.