Los organismos de derechos humanos calificaron de "histórica" a la decisión de la Corte Suprema que declaró la inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. La opinión desde el ámbito político.
"Hoy es un día histórico que lo tenemos que disfrutar, porque permite romper con el designio terrible que fue la convivencia con los asesinos que nos cruzamos en la calle", subrayó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
"Por suerte la filosofía del juez Fayt es minoritaria en la Corte", puntualizó Carlotto en referencia al único voto contrario registrado en el fallo. "Antes no se podía hacer nada, porque iba a rebotar en la Justicia", agregó la abuela de un nieto que -según testimonios de sobrevivientes- nació pero continúa en poder de sus apropiadores.
Carlotto estaba acompañada por Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, y Horacio Verbitsky, presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
El fallo "es producto de la constancia, de la perseverancia que hemos tenido durante tantos años", destacó la titular de Abuelas, mientras Verbitsky exhibía una copia de la voluminosa resolución de la Corte, que motivó el aplauso de los presentes.
"Es el principio del fin de la sensación de impunidad. Esta resolución es muy importante y vuelve a poner a la Argenitna dentro del contexto jurídico mundial", se entusiasmó el presidente del CELS, que es querellante del caso Poblete -la causa que disparó el fallo- desde sus inicios, hace cinco años.
Por su parte, Almeyda consideró que por fin "se hizo justicia" y estimó que "ahora comienza otra lucha que consiste en la reapertura de cientos de causas para reclamar justicia".
En contra se expresó el líder de Compromiso para el Cambio, Mauricio Macri, quien recibió "con resquemor" el fallo, y advirtió sobre la falta de "coherencia" que, según sostuvo, existe en cuestiones institucionales.
"Todo lo que no marque una coherencia lo recibo con resquemor; si una vez dijimos una cosa y volvemos para atrás, me cuestiono todo", afirmó Macri. También advirtió sobre "el daño" que provoca "volver a replantear las cosas", y pidió que en ese caso alguien le explique "por qué las hicieron en su momento" (a las dos leyes) de la manera en que ahora son anuladas. Además, dijo que cuando se encuentre con el presidente Néstor Kirchner lo abrazará "como a un hijo" y afirmó: "Generacionalmente es de la edad de nuestros hijos y también fue un perseguido por la dictadura".
La líder del ARI, Elisa Carrió, calificó como "una decisión histórica importantísima" al fallo de la Corte Suprema, al sostener que "es una visagra histórica que pone justicia donde había impunidad".
"La declaración del Congreso Nacional declarando la nulidad de las leyes es el carril que se cierra hoy con este fallo: hay justicia y esto implica reconstruir las Fuerzas Armadas y evitar toda humillación hacia ellas", aseveró la ex diputada nacional en un comunicado de prensa.
Otro que celebró el fallo fue el secretario general del Partido Comunista, Patricio Echegaray, quien dijo que "es un paso importante en la lucha contra la impunidad" y lo consideró "una victoria de los luchadores sociales y del campo popular, y de los diputados de la izquierda".
En cambio, el diputado macrista de Compromiso para el Cambio Jorge Vanossi consideró que se trata de "un peligroso pronunciamiento", al recordar que esas leyes "buscaban cerrar las heridas de los traumáticos años 70 sin por ello, dejar en la impunidad los delitos aberrantes".
"Una sociedad democrática no puede construirse sobre la base del olvido -el objetivo de afianzar la justicia es la meta de cualquier estado de derecho- pero tampoco puede edificarse, defenderse y enriquecerse bajo la sombra de un desasosiego permanente", enfatizó el diputado macrista.
En un sentido similar, el diputado Guillermo Cantini (Unión por Argentina) consideró que se trata de "un fallo político" y opinó que "han consagrado una nueva mayoría automática".
"Es un fallo claramente político que responde a los reiterados reclamos del presidente Kirchner para que la Corte se expidiera en este sentido. Es escandaloso y demuestra la clara dependencia de esta nueva mayoría automática que salió a la luz con esta sentencia", sentenció.
Para el jefe de la bancada socialista, Jorge Rivas, el fallo "interpreta una demanda social, respalda la nulidad de dichas normas dispuesta por el Congreso y alienta la lucha de quienes aspiran a que los derechos humanos rijan en todas sus dimensiones".
A su turno, Miguel Bonasso -del Partido de la Revolución Democrática- dijo: "Aplaudo la decisión de esta Corte Suprema ejemplar y la sociedad tendrá que ir asimilando lo que ocurra. Este era el desenlace lógico y el camino que debía seguir este proceso".
Por su parte, Mario Cafiero (Soberanía Popular) también lo consideró "una medida justa y necesaria pero si hubiera voluntad en serio para avanzar también deberíamos avanzar en otra de las secuelas presentes de la dictadura que es el juicio a la deuda externa que hoy es la causa de la violación de los derechos sociales y económicos de millones de argentinos".
A su vez, el titular del bloque de diputados de Autodeterminación y Libertad, Luis Zamora, señaló que "es un triunfo del pueblo argentino y de las organizaciones de derechos humanos pero no de la Justicia. No hay una reconciliación con la Justicia porque la impunidad sigue".
Por su parte, la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, dijo que "por primera vez la Corte puede llamarse Suprema", aunque se mostró cauta al decir que "de todos modos hay que esperar un poco para ver que impacto tiene esto en las causas, que deberían avanzar sin trabas".