La Legislatura porteña aprobó comenzar a investigar si existen causales para iniciar el juicio político contra el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, tal cual recomendó la comisión investigadora.
Esa decisión fue tomada en forma unánime; esto es, hasta el ibarrismo -o los pocos legisladores que lo representan- dio el apoyo al inicio de la investigación que recomendó la comisión presidida por la diputada Fernanda Ferrero.
Ahora el dictamen irá a otra comisión, integrante de la Sala Acusadora, que tendrá la misión de analizar la validez formal, jurídica y política de la recomendación. Esa sala está integrada por 45 legisladores, y la aprobación del pedido de juicio político necesita los dos tercios de los votos, lo que representa el aval de 30 integrantes del cuerpo.
La comisión acusadora es presidida por el diputado machista Marcelo Godoy, y la primera reunión será el próximo miércoles.
Este paso, que no define el desenlace del tema, se produce en medio de los cruces que produjo la recomendación de la llamada Comisión Cromañón. Y se inscribe en medio de un creciente clima de campaña electoral.
Los familiares de las víctimas de Cromañón lograron esta semana un gesto de apoyo para empujar el juicio político al jefe de Gobierno porteño, al reunir en una conferencia de prensa a la mayoría de los candidatos a diputado nacional por la Capital. Estuvieron allí, entre otros, Elisa Carrió, un representante de Mauricio Macri y la esposa del canciller Rafael Bielsa, quien ese día se encontraba en Guayaquil cumpliendo una misión oficial.
A la rápida votación sobre tablas siguió un cruce de acusaciones entre legisladores, luego de que la diputada Noemí Oliveto (AyL) reclamó la renuncia de Ibarra, sus funcionarios y todos los legisladores. La esposa de Luis Zamora también manifestó su disposición, junto a su par de bloque Daniel Vega, a ser "los primeros en dar este paso".
La postura de Olivito cuestionó muestras de reprobación, cuestionándosele airadamente que usara el tiempo reglamentario de manifestaciones para hacer "una proclama política" y que, siendo integrante de la Comisión de Derechos Humanos, pidiera tardíamente abstenerse en la votación. La sesión, que se desvirtuó en el debate de otros temas, fue seguida por los familiares de las víctimas, que llevaban como siempre pancartas con las fotos de sus seres queridos fallecidos en la tragedia de Cromañón.