El proyecto de ley con el que el Gobierno nacional busca ampliar la formación básica de la educación técnica, fortalecer las instituciones y ampliar los conocimientos científicos, fue aprobado esta noche por la Cámara de Diputados y girado al Senado para su sanción definitiva.
El debate comenzó cerca de las 15, en el marco de una extensa sesión -que contó con la presencia del ministro de Educación, Daniel Filmus-, en la que se reavivó el debate en torno al contenido de la Ley Federal de Educación.
La aprobación de este proyecto, que se concretó en general por 104 votos contra 66, fue reclamado el mes pasado por el presidente Néstor Kirchner, quien dijo "a los amigos del Congreso que tienen que entender que durante la década del 90 se destruyó la educación técnica en la Argentina".
El proyecto contempla una serie de instrumentos para garantizar el reconocimiento en todo el territorio nacional de certificaciones y títulos de calidad equivalente, en el nivel medio y superior no universitario.
Casi al término del debate hubo un momento de tensión, cuando el radicalismo amenazó con retirarse del recinto mientras exponía uno de los integrantes de la nueva conducción del bloque del PJ, el kirchnerista Carlos Caserio, quien acusó a la UCR de "haber gobernado dos veces y lo único que hicieron fue fundir al país". Sin embargo, el titular de esa bancada opositora, Horacio Pernasetti, anticipó que la UCR permanecería en sus bancas aunque reiteró la postura adelantada por los legisladores de su bloque en sus discursos de votar en contra de la iniciativa.
El principal cuestionamiento de la oposición giró en torno a la sintonía del proyecto con el contenido de la ley Federal de Educación, aprobada en el 1993 durante la presidencia de Carlos Menem, y que fue sancionada en medio de una fuerte polémica.
Respecto al financiamiento para concretar sus metas, la iniciativa crea un fondo nacional para el equipamiento de las instituciones y establece que el gobierno destinará un mínimo del 0,2 por ciento de los ingresos corrientes previstos en el presupuesto consolidado anual para el sector público nacional.
La encargada de defender el proyecto oficial fue la presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara baja, la justicialista santacruceña Silvia Esteban, quien lamentó que no se haya podido alcanzar un consenso entre las diferentes propuestas presentadas en la Cámara de Diputados.
La iniciativa fue respaldada también por los justicialistas Susana Llambí (Neuquén), Ruperto Godoy (San Juan) y la legisladora de Encuentro Juliana Marino, quien defendió la iniciativa oficial a diferencia de su par de bancada, la ibarrista Silvana Giudice, que presentó un dictamen de minoría.
Desde el radicalismo, la autora de uno de los cuatro dictámenes de minoría, la diputada por Chaco Olinda Montenegro destacó la necesidad de derogar la ley Federal de Educación y rechazó el proyecto, al sostener que se trata de "una ley absurda que sólo creará fragmentación y desconfianza".
La diputada del ARI Marta Maffei consideró que si la ley de Educación Técnica "hubiera estado incluida en la ley Federal de Educación nos hubiera quedado ni un rastro de la escuela técnica" y cuestionó el "apuro" del oficialismo para sancionar la ley, al sostener que "no podemos ir a tontas y a locas".
La ley que impulsa el Poder Ejecutivo apunta a estructurar una política nacional, federal e integral de la educación técnico profesional, a la vez que busca mejorar y fortalecer las instituciones y programas de educación técnica.
