Luego de escuchar este martes el testimonio de los testigos, el Senado quedó a un paso de resolver la suerte del juez de la Corte Suprema de Justicia, Antonio Boggiano, actualmente suspendido, acusado por mal desempeño en sus funciones.
La declaración de los testigos -y la recolección de pruebas documentales- es el último paso procesal antes de que el cuerpo emita un veredicto a favor o en contra del magistrado, previsto para la última semana de septiembre.
Desde las 16.30 dieron su testimonio el fiscal nacional de Investigaciones Administrativas, Carlos Manuel Garrido; el subsecretario Legal de la Dirección de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía, Osvaldo Siseles; y el secretario de la Corte Suprema, Rubén Gorría; quienes fueron preguntados por la defensa, entre ellos el juez Boggiano, y la acusación.
Por último se escuchó el testimonio del ex gerente de Asuntos Legales de Entel, José Rodolfo Eleazar González; mientras que el canciller Rafael Bielsa, en su carácter de ex titular de la Sindicatura General de la Nación, responderá por escrito debido a que se encuentra de viaje por Armenia.
La intención de la defensa de Boggiano, conformada por los abogados Marcelo Sancinetto y María Angélica Gelli, era deslindar la responsabilidad del magistrado en el fallo que obligó al Estado nacional a pagar más de 399 millones de pesos a la firma Meller por un juicio por la contratación de publicidad en guías telefónicas de la desaparecida ENTel.
Por parte de la acusación, conformada por el diputado justicialista Ricardo Falú y el radical Hernán Damiani, era determinar que la firma de Boggiano aparecida en la mayoría que desechó la apelación del Estado y obligó a pagar, fue fundamental para generar un daño.
La defensa del magistrado logró que Garrido, ex miembro de la Oficina Anticorrupción, deslizara que la génesis del conflicto con Meller fue la actitud de la entonces interventora de ENTel, quien dejó abierta la posibilidad para que actuara el Tribunal Arbitral del Ministerio de Obras Públicas que finalmente falló en contra del Estado.
También buscaron probar que el fallo de la Corte no impedía la continuación de la causa y que no obligaba al pago del resarcimiento que, de hecho, aún se encuentra en la justicia.
Por su parte, la acusación intentó desechar los argumentos de la defensa tratando de aclarar que pese a los fundamentos del fallo de Boggiano, y su diferencia con los escritos por el destituido Eduardo Moliné O'Connor, éste votó con la mayoría que consintió el presunto perjuicio para el Estado.
El testimonio del funcionario de Economía, Siseles, fue el que dejó algunos huecos en la defensa del magistrado. Fue cuando el abogado hizo hincapié, pese a los esfuerzos de Sancinetti y de Gelli en desestimar la afirmación, en que más allá de los fundamentos el fallo de Boggiano sirvió para convalidar lo decidido por la mayoría.
Pese a que Boggiano, suspendido en sus funciones desde el 22 de junio, se encuentra además investigado por sus fallos en las denominadas causas Macri (avaló la falta de mérito en la causa por contrabando contra el empresario) y Dragonetti de Román (la sanción contra la jueza), la jornada sólo se basó en el caso Meller.
En un breve diálogo al terminar la jornada, el magistrado se excusó de hacer precisiones sobre la causa, pero aprovechó para agradecer "a todos" los que lo "apoyan", lo "sostienen" y "rezan" por él.