El Gobierno advirtió que las autoridades de la Cámara de Diputados surgirán del escenario político que "quede diagramado" tras las elecciones legislativas de octubre, en lo que se interpretó como un mensaje contra la intención del duhaldismo de retener la presidencia del cuerpo.
"Después de las elecciones legislativas de octubre, las autoridades de la Cámara de Diputados deberán responder al escenario político que quede diagramado para representar adecuadamente la decisión de la gente en las urnas", remarcó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en declaraciones radiales.
El actual presidente de la Cámara baja es el duhaldista Eduardo Camaño, quien ya manifestó su intención de retener el cargo tras las elecciones, pero el Gobierno postula para ese puesto a Alberto Balestrini, intendente de La Matanza y primer candidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria bonaerense. La titularidad de la Cámara de Diputados es el tercer lugar en la línea de sucesión presidencial y tradicionalmente la ejerce un representante de la provincia de Buenos Aires, a raíz del peso específico de ese distrito en el electorado a nivel nacional.
Camaño ya había anticipado que mantiene su decisión de continuar el frente del cuerpo que conduce desde hace cuatro años. "Hace cuatro años que estoy y por lo menos dos que me vienen amenazando (con quitarle el respaldo), pero siempre me eligen", afirmó Camaño con ironía y remató: "si los números me dan, por qué no me voy a quedar".
Durante una conferencia de prensa que ofreció el jueves pasado, Camaño se autoelogió: "mi conducción no ha sido mala, fui elegido por unanimidad, solamente se abstuvo (Luis) Zamora y el voto negativo de (Carlos) Tinnirello".
"Aquí se garantizó el tratamiento y la sanción de todos los temas que necesitó el Gobierno. Después del 23 de octubre veré si puedo competir", agregó.
Si tal como espera el propio Camaño, la diferencia entre el Frente para la Victoria y el PJ bonaerense no va más allá de entre 5 y 10 puntos porcentuales el próximo 23 de octubre, no le será fácil al kirchnerismo cambiar la conducción del cuerpo. Sucede que las críticas del oficialismo no se limitaron a los duhaldistas, sino que también cuestionaron al jefe del bloque radical, Horacio Pernasetti, a quien Camaño se encargó de defender.