La mesa de conducción del bloque justicialista de la Cámara de Diputados acordó en pos de la armonía no avanzar en decisiones de fondo y posponer los asuntos conflictivos hasta después de las elecciones legislativas, informaron fuentes de la bancada.
En una reunión que la conducción del bloque celebró anoche, no cuajó una movida contra la duhaldista Graciela Camaño, a quien desde el sector kirchnerista se propuso desplazar por la posición que expresó en una sesión en minoría en contra de la negociación que hizo el Estado con la empresa Transener.
Camaño aclaró que la postura que planteó la semana pasada en el recinto respondió a una convicción personal y en orden al dictamen de minoría que presentó en la comisión bicameral que analizó el contrato.
La intención de alejar a Camaño de la conducción del bloque fue atribuida al kirchnerista misionero Juan Manuel Irrazabal, pero una fuente consultada indicó que la posibilidad planteada no encontró eco en el resto de la mesa de conducción.
Aparte de los miembros de la conducción colegiada del bloque -Jorge Arguello, Juan Manuel Urtubey, Carlos Caserio y Osvaldo Nemirovsci- estuvieron presentes en la reunión Graciela Camaño, Julio Gutiérrez, Norma Pilati, Daniel Varizat, Gustavo Ferri, Domingo Vitale, Daniel Gallo, Tomás Pruyas, Fernando Salim y Manuel Baladrón.
La "calma chicha" en que el bloque justicialista aspira transitar el trecho que falta hasta las elecciones implica que es casi seguro que no vuelva a haber sesión en la cámara en el próximo mes y medio.
De hecho, Urtubey precisó que en las próximas semanas todos los esfuerzos del bloque estarán concentrados en el análisis del presupuesto 2006 que envió el gobierno al Congreso.
Con esto, los asuntos que no son objetivo del gobierno quedarían en el freezer, como la suspensión de las ejecuciones hipotecarias y la reducción de nueve a siete de los miembros de la Corte Suprema de Justicia, dos asuntos en los que el duhaldismo se manifestó enfrentado a la posición oficial del bloque.