El intendente de La Matanza, Alberto Balestrini, ratificó su vocación de "conversar" con el duhaldismo tras las elecciones legislativas, pero los seguidores de Eduardo Duhalde ya le hicieron saber que buscarán retener la presidencia de la Cámara de Diputados, puesto al que aspira el mandatario comunal kirchnerista.
"La política de consensos es el inicio para lograr la aprobación de las leyes que el Poder Ejecutivo necesita", dijo Balestrini en Mar de Ajó, adonde viajó junto al presidente Néstor Kirchner, y remarcó la necesidad de "conversar" con el duhaldismo, un paso inevitable si quiere ser el próximo presidente de la Cámara baja. Ese lugar es ocupado hoy por Eduardo Camaño, un duhaldista de "paladar negro", que ya anunció en varias oportunidades que dará pelea por el puesto.
"Es imposible recomponer, porque se dijeron muchas cosas", afirmó Camaño durante un diálogo mantenido esta tarde con los periodistas acreditados ante la Cámara de Diputados, y negó que se haya reunido en los últimos días con Balestrini. Agregó que "Balestrini es un conciliador y seguramente entiende como funciona el Parlamento, pero si los números me acompañan voy a seguir siendo presidente de la Cámara".
Según las encuestas que analizan los duhaldistas, la lista del PJ bonaerense, que postula a Hilda "Chiche" Duhalde, no estará más de 10 puntos debajo de la nómina del oficialista Frente para la Victoria, que lleva en primer lugar a Cristina Kirchner.
La provincia de Buenos Aires, donde se concentra el poder duhaldista, renovará 14 de las 33 bancas que responden a Duhalde y sumando todas las otras provincias -más los tres bonaerenses oficialistas- el PJ kirchnerista renovará 43 de 98 bancas.
Camaño cuenta con una buena relación con los presidentes de los bloques opositores, porque pese a que mantiene diferencias con muchos de ellos, muestra siempre una actitud proclive al diálogo y al debate entre todos los sectores. Si esto se suma al creciente rechazo que suman muchas actitudes del Gobierno nacional entre los opositores, se puede deducir que -como dicen muchos duhaldistas- "no será fácil para el kirchnerismo" obtener la presidencia del cuerpo.