Polino por su parte desmintió haber recurrido primero a la justicia al declarar que agotó "todas las instancias internas ante la Junta Electoral Partidaria" y que no tuvo otra alternativa que denunciar el hecho ante la justicia.

Polino aclaró que debió recurrir a la Justicia Electoral para que investigue la supuesta compra de votos en la elección interna en la que compitió con Norberto La Porta porque no obtuvo respuestas dentro de su partido. Para el legislador, "resulta lamentable que la dirección del partido haya avalado con su silencio los hechos bochornosos ocurridos en el seno de la agrupación".

"Es más -dijo-, la Justicia Electoral no hubiera podido intervenir si no se hubiese agotado previamente la vía interna".

En un comunicado, el presidente del socialismo porteño, Daniel Martini, informó que se presentó una nota -firmada por integrantes de la lista Unidad Socialista- solicitando se evalúe la "expulsión partidaria de Polino por poner en duda el accionar moral del partido". Martini recrimina a Polino haber planteado una denuncia judicial "que en ningún momento menciona en algún acto de irregularidad el nombre y apellido de los candidatos vencedores en esa interna, por el 70 por ciento de los votos".

Polino calificó de "lamentable" el hecho de que la dirección del partido haya avalado "con su silencio y su inacción los hechos bochornosos ocurridos en el seno de la agrupación, y que haya sido la Justicia Electoral la que ha decidido investigar".

A partir de una denuncia de Polino, la Cámara Nacional Electoral advirtió sobre los efectos "extremadamente perniciosos" del clientelismo político, al que consideró un delito favorecido por situaciones de "profunda pobreza".

El máximo tribunal ordenó investigar la sospecha de Polino sobre "intercambio de votos por mercaderías o promesas de ulteriores gratificaciones".