La norma recibió el aval del justicialismo y del radicalismo, aunque en este último caso con la firma en disidencia respecto de algunos aspectos de la norma.

La iniciativa había avanzado favorablemente ayer, durante la reunión que mantuvo un grupo de senadores con el ministro de Educación, Daniel Filmus

Posteriormente, por la tarde, el tema se siguió conversando en un plenario de las comisiones de Educación, Presupuesto y Coparticipación Federal, la cual se levantó sin un compromiso formal para firmar dictamen. Pero como ya había un acuerdo general en favor de la norma, y los planteos de los radicales no iban a ser acompañados por el oficialismo, hoy se hizo circular un dictamen para poder tratar el tema sobre tablas el próximo miércoles.

El eje central de la norma presentada e impulsada por el Poder Ejecutivo es el incremento del presupuesto educativo del 4 al 6 por ciento del PBI en un lapso de cinco años -desde 2006 hasta 2010-, con lo cual no sólo se pretende incrementar las partidas sino también darle previsibilidad a las erogaciones del sector.

Precisamente el principal punto de disidencia entre justicialistas y radicales reside en el modo de financiar tal aumento: mientras el Gobierno pretende que la Nación se haga cargo del 40 por ciento de los costos y las provincias del 60 por ciento restante, el radicalismo y algunos justicialistas sostienen que la distribución de cargas debería ser 50 y 50 por ciento.

El otro cambio que propusieron los radicales, aunque el justicialismo ya adelantó que no apoyará, es la creación de un fondo de contingencia para las provincias a utilizarse en el caso de que la recaudación disminuya y esto termine afectando el financiamiento educativo