La Sala Juzgadora de la Legislatura porteña acató una disposición judicial para que las sesiones del juicio político a Aníbal Ibarra sean públicas, pero pospuso definiciones clave como la composición y reglamento del cuerpo, en medio de una agitada reunión que terminó con acusaciones cruzadas y profundizó grietas internas.
La reunión se desarrolló a título "informal" debido a la resolución judicial del juez en lo contencioso administrativo y tributario de la ciudad Roberto Gallardo, quien hizo lugar a un planteo de familiares de víctimas de la tragedia de Cromañón para que las audiencias sean abiertas. Pero ese aval a lo dispuesto por el magistrado fue lo único que logró sacar en limpio la Sala, cuando ya comenzó la cuenta regresiva para dos fechas importantes del proceso: la renovación parlamentaria del 10 de diciembre y la expiración del plazo para el proceso, que deberá concluir el 15 de marzo.
Por lo pronto, el titular de la Sala, Julio Maier, redactó una suerte de reglamentación con la intención de que fuera aprobada por el cuerpo, pero chocó con la negativa de varios diputados y terminó dejando la reunión antes de que concluyera, mientras que la discusión volvió a entrar en un callejón.
Maier se retiró en forma intempestiva de la reunión que sostenía el cuerpo y sembró incertidumbre sobre su continuidad en ese cargo, luego de que varios legisladores rechazaran el procedimiento que había intentado imponer para enjuiciar a Aníbal Ibarra. Después de esta reunión, a todas luces tensa, resta saber si Maier quiere continuar al frente del órgano y si familiares y legisladores contrarios a sus ideas impulsarán su remoción a través de algún mecanismo que no tenían claro.
Es que en la reunión Maier no sólo presentó un documento que generó polémica, sino que reconoció haber patrocinado a Ibarra hace unos 15 años en una causa contra el entonces fiscal.
La notificación del magistrado fue tomada por algunos diputados como una prueba de presunta "parcialidad", que en definitiva es la acusación que le hicieron al juez familiares de víctimas de la tragedia de Cromañón luego de leer la versión taquigráfica de la primera reunión.
"El se negó a discutir y entregó un escrito que dijo que es un decreto, donde quiso imponer cosas en forma no ubicada a su rol de ordenar y coordinar la Sala. Nosotros queremos que Maier venga el viernes y siga al frente de la Sala pero si no lo hace vamos a impulsar su impugnación", sostuvo Susana Etchegoyen, integrante del interbloque de Izquierda al término de la sesión.
Por su parte, el padre de una de las víctimas de la tragedia de Cromañón, Ricardo Righi, adelantó que si los legisladores no separan al juez Maier de la Sala Juzgadora, los familiares lo van a recusar ante la Justicia.
En su condición de titular del Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad y presidente de la Sala, Maier presentó un documento por el que establecía la adopción del Código Procesal Penal como guía del juicio político, entre otras cuestiones de menor relevancia, pero algunos legisladores rápidamente rechazaron la propuesta.
Ante las diferencias surgidas en el seno de la Sala, algunos legisladores plantearán hoy la posibilidad de avanzar en la sesión ordinaria del plenario, esto es con los 60 legisladores, sobre la conformación de la comisión juzgadora y su reglamentación.
Fuentes consultadas señalaron que en la reunión se pedirá que el pleno habilite a la Sala a dictar su reglamento, sin ir a las cuestiones de fondo, pese a la intención de algunos bloques de que sean los 60 ediles quienes resuelvan la discusión. No obstante, algunos sectores pretenden que tarde o temprano las definiciones importantes sobre la Sala de Juzgamiento sean adoptadas por el conjunto y no por una porción, aunque esa posición tienen tantas motivaciones jurídicas como políticas.
Después de la sesión del jueves, la Sala Juzgadora volverá a reunirse el viernes desde las 14, según lo dispusieron los propios legisladores sin el consentimiento de Maier, y la audiencia, finalmente será con acceso del público.