La Cámara de Diputados decidió posponer la jura del ex comisario Luis Patti como diputado nacional debido a las acusaciones que pesan en su contra por violaciones de Derechos Humanos durante la dictadura militar.
Contrariamente a lo que ocurrió con Patti, las objeciones presentadas contra Eduardo Lorenzo "Borocotó" no prosperaron y el ex macrista y neokirchnerista pudo jurar en medio de abucheos, aunque también la comisión parlamentaria analizará las cuatro impugnaciones que se hicieron en su contra.
Algo similar ocurrió con la oficialista mendocina Amanda Genem, quien juró pese a que existen dos impugnaciones en su contra y el planteo será analizado ahora en el mismo ámbito que los hechos contra Patti y Borocotó.
La impugnación para que Patti ocupe una banca de diputado por la provincia de Buenos Aires a partir del próximo 10 de diciembre fue impulsada por el diputado de Convergencia Miguel Bonasso, quien acusó al ex intendente de Escobar de delitos de lesa humanidad, entre otras cosas.
La sesión que se realizó hoy en Diputados tuvo momento de tensión debido a los cruces que se produjeron entre los seguidores de Patti y militantes de organismos de Derechos Humanos que repudiaron la asunción del ex policía.
La jura de los nuevos diputados estuvo signada por una fuerte polémica, puesto que también se conoció la decisión de Rafael Bielsa de renunciar a su banca para convertirse en el embajador argentino en Francia. El reemplazante natural de Bielsa, Claudio Morgado, no pudo jurar porque aún no tiene el diploma correspondiente que debe emitir la Justicia electoral.
Sin embargo, la atención en la Cámara baja no estuvo puesta en lo de Bielsa, sino en las impugnaciones contra Patti, que fue abucheado, silbado y acusado de "genocida" y "torturador" dentro y fuera del recinto, tanto por algunos de los propios diputados como por hijos de desaparecidos.
"Patti genocida", pintaron en letras negras y rojas víctimas de la última dictadura militar en una bandera que desplegaron y colgaron de los balcones de las barras en cuanto el ex comisario e intendente de Escobar ingresó al recinto.
La suspensión de la jura cosechó 212 votos, con lo cual superó en cincuenta sufragios los dos tercios del total de diputados que conforman el cuerpo.
Además del acusado, el único legislador que defendió el pliego de Patti fue Jorge Landau, el apoderado del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires, una fuerza que concurrió en alianza con Paufe -el partido de Patti- en las últimas elecciones de renovación parlamentaria. Así, se juntaron para impedir el ingreso de Patti los diputados del Frente para la Victoria, el radicalismo, el Ari, la centroderecha y otras bancadas menores.
El debate fue abierto por la diputada correntina Araceli Méndez de Ferreira, quien aseguró que "los torturadores deben estar en la cárcel y no en el Congreso" y pidió que "se remita el pliego a la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, para que Patti tenga el derecho de defensa que no tuvieron los que torturó".
"Escucho que gritan 'viva Videla' y no puedo dar crédito a mis oídos", dijo Bonasso mientras explicaba por qué Patti no podía formar parte de "la casa de la democracia" y los pattistas gritaban para intentar tapar la voz del legislador transversal.
Por su parte, la diputada Méndez de Ferreyra advirtió que "no puede utilizarce la banca como un escudo protector" y agregó:
"Patti fue torturador en la dictadura y justificó la tortura en democracia".
Además, se pronunciaron en contra de que Patti jurara los socialistas y los integrantes de Propuesta Republicana (PRO), y sólo los bloques del PAUFE y el duhaldismo rechazaron abiertamente las impugnaciones.
Por su parte, el kirchnerista Remo Carlotto dijo que "no podemos compartir nuestros pasillos y la banca con un torturador que tiene las manos cubiertas de sangre" y aseguró que el pedido "está contemplado en el reglamento del cuerpo y en la Constitución Nacional".
Patti, sentado en el última fila de bancas del recinto de sesiones, asumió su propia defensa, y en este sentido negó tener causas en su contra, pidió "dejar los rencores y el odio" y se ofreció "a tender una mano a Bonasso".
Patti afirmó que tanto él como la fuerza política que lidera "jamás tuvo una expresión antidemocrática", expresó que respeta "la Constitución y las instituciones de Argentina" y dijo que "es la primera vez que llega un policía y eso a muchos no le gusta". Patti olvidó dos antecedentes de ex policías que se convirtieron en diputados: el ucedeísta Alberto Albamonte -ex miembro de la Policía Federal- y el radical Juan Pablo Baylac -ex integrante de la Policía Bonaerense-.
Pese a que la posición del bloque duhaldista fue no respaldar las impugnaciones contra Patti, los resultados de la votación nominal dieron cuenta de que varios diputados que debían votar en contra votaron finalmente a favor.
Durante la sesión preparatoria -que primero presidió el santiagueño José Cantos, por ser el de mayor edad, y luego lo hizo en forma provisional Juan Manuel Urtubey-, Patti tomó la palabra para defenderse de las acusaciones y fue vivado y abucheado al mismo tiempo.
"Al señor Goncalvez nunca lo vi en mi vida", dijo Patti contradiciendo a los testigos que dieron cuenta en la causa que se sigue en su contra de que en marzo de 1976 lo vieron amenazar públicamente a Goncalvez, poco antes de que ese joven militante fuera secuestrado y desaparecido.
El ex intendente sostuvo que su partido "apuesta a la democracia", respeta la Constitución Nacional y "defiende y apoya todas las instituciones de la República, también las Fuerzas Armadas y de seguridad, porque son necesarias".
"De los dos lados hubo y hay hombres y mujeres valientes. No miremos la historia con un solo ojo y menos con el de la izquierda, porque la historia se puede repetir", dijo Patti mientras desde la bandeja de asesores era escuchado por la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto.
Antes de terminar su discurso y retirarse del recinto, el ex comisario afirmó: "estoy orgulloso de haber sido policía, defendía a la gente, no a los chorros ni a los ladrones; me apoyó la gente".
En su discurso, sostuvo que al Gobierno de Isabel Martínez de Perón lo "boicotearon hasta el cansancio" y se preguntó: "¿quién mató al compañero nuestro Rucci, quién lo mató? Acá saben y están presentes".