El ex canciller Rafael Bielsa renunció a conducir la embajada argentina en Francia, para la que había sido designado por el presidente Néstor Kirchner, y anunció que finalmente asumirá como diputado nacional.
Al anunciar su determinación, con la cual tuvieron mucho que ver su mujer y sus hijos, Bielsa dijo que le dejó una carta al presidente Kirchner en manos del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en la que argumentó sus razones para no viajar a París. Bielsa reconoció que el jefe de Gabinete "no compartió mi razonamiento" cuando le comunicó su decisión de no asumir como embajador en Francia y en cambio jurar como diputado nacional.
El anuncio fue realizado por el propio Bielsa durante una conferencia de prensa que ofreció en un hotel del barrio de Retiro, acompañado sólo por su esposa, Andrea de Arza.
"El jefe de Gabinete entendió mis razones, aunque no las comparte", aclaró el ex canciller, quien argumentó el peso de "un gran dilema moral" y la opinión de "la ciudadanía" que "privilegia la palabra pública por sobre las necesidades de la gestión".
El ex canciller había hecho público el martes el ofrecimiento que le realizó la semana pasada el presidente Kirchner, y había anunciado que renunciaba a su banca de diputado para aceptar el nuevo destino diplomático.
Bielsa explicó que no llegó a renunciar a la banca, a pesar de que sus pares juraron al cargo el martes y ya se anticipaba que su lugar sería ocupado por su compañero de lista el actor Claudio Morgado, quien figuraba en el cuarto puesto de la nómina del Frente para la Victoria capitalino. Pese al anuncio de ayer, Bielsa mantuvo su convicción de que "el lugar de mi deber, de mi obligación, era ocupar la embajada en Francia" pero admitió: "he escuchado a la ciudadanía, me refiero a caminar y charlar con los ciudadanos y hablar con quienes nos votaron y creyeron en nosotros".
Al hacerse referencia al estado en que quedará su relación con el presidente Kirchner, quien no llegó a atenderlo para recibir su declinación, Bielsa descontó que va a comprender su postura y su "dilema de naturaleza ética conmigo mismo y con la sociedad" por lo que confió que la de hoy es "la decisión más correcta".
"Adhiero a la gesta política del presidente Kirchner. No perdí la más mínima convicción de que este gobierno le hace bien al país", reafirmó el legislador electo tras minimizar las consecuencias sobre su imagen pública al afirmar que no tiene un proyecto político personal.
Al explicar las razones de su aceptación inicial a la embajada, el ex canciller entendió que "los votos no eran de Bielsa sino del presidente Kirchner y el espacio del Frente para la Victoria"
Desde la mañana, el ex canciller había señalado que al aceptar el cargo de embajador había tenido que adoptar una de las decisiones "más difíciles" de su vida, pero siempre insistió en que su decisión tenía que ver con un compromiso "con el país" antes que con las cuestiones personales.
"Se trató de una de las decisiones más difíciles de mi vida. Ante la propuesta, la primera pregunta que surgió en mi mente fue la de cuál era mi deber. No cuál era la opción más fácil desde el punto de vista personal, sino dónde estaba el deber. Mi deber está en el proyecto del que formo parte y en la ciudadanía", afirmó Bielsa.
Desde temprano, el ex canciller intentó poner su decisión en el plano del deber público y subrayó que viajar a París para asumir como embajador "no es lo más cómodo".
También los cuestionamientos de los ciudadanos de a pie llegaron a los oídos de Bielsa, quien reconoció que una mujer que lo vio por la calle le gritó: "qué mala persona es usted".