El año que suspendieron al jefe de Gobierno
En un año signado por la tragedia de Cromañón, la Legislatura inició un juicio político a Aníbal Ibarra y lo suspendió en sus funciones, pero además sancionó leyes importantes.
No caben dudas de que la tragedia del boliche República Cromañón y el juicio político al jefe de Gobierno marcó todo el año legislativo 2005, pero más allá de este tema, el promedio anual de sesiones fue de “más de una por semana”, según destacó el vicepresidente primero del cuerpo, Santiago de Estrada, y se sancionaron numerosas normas de importancia.
Al final del año, una vez que pasaron las elecciones y la sesión donde se debía expedir la Sala Acusadora, se pensaba que la labor parlamentaria sería tranquila y monótona, a la espera de las vacaciones. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. Hubo sesiones muy tensas con largos debates que terminaron de madrugada, donde no faltaron incidentes en el propio recinto.
En un principio, el vacío reglamentario de la Sala Juzgadora parecía abarcar toda la atención de la Legislatura y que la mayoría de los proyectos que esperaban ser aprobados pasarían para el próximo año. Pero ninguna sesión se levantó por falta de quórum y se sancionaron varias iniciativas, si bien otras quedaron pendientes. Cabe destacar que también se renovó por primera vez la mitad de la Legislatura, lo que implicó un reajuste y tiempo para que se acomodaran los nuevos diputados, aunque no fue impedimento para seguir con la tarea. La primera sesión ordinaria con los nuevos 30 legisladores se realizó un sábado, lo que muestra un fuerte compromiso con la función pública y la actividad legislativa. Un dato no menor que indica que el Parlamento porteño cumplió, especialmente si se lo compara con la Cámara de Diputados de la Nación.
Leyes importantes
No es fácil medir el grado de importancia de una ley, pero una posible regla es tomar en cuenta a qué cantidad de ciudadanos involucra. Con ese parámetro a la vista, la ley de comunas fue sin duda una de las más trascendentes, porque no sólo afecta a toda la sociedad, sino porque saldó una deuda constitucional.
El arduo trabajo desarrollado por el presidente de la Comisión de Descentralización, Roy Cortina, permitió consensuar una norma que fue aprobada a mediados de septiembre pasado, luego de cuatro años de discusiones y de que se hubieran presentado numerosas iniciativas, que diferían fundamentalmente en la cantidad de comunas a crearse, resolviéndose finalmente que fueran quince.
Ese mismo mes también se sancionó la denominada ley Antitabaco, que prohíbe fumar en escuelas y establecimientos estatales y privados de acceso público.
Los dos últimos meses estuvieron signados por cuestiones que despertaron descontentos en algunos sectores de la sociedad. En particular eso sucedió el 10 de noviembre, cuando la Sala Acusadora intentó dar su dictamen, situación que provocó la reacción de los familiares de las víctimas de Cromañón. A los días tensos provocados por el juicio político se sumaron los debates internos por el Registro Único de Salud, el voto electrónico y la falta de consenso respecto de la expropiación del Hotel Bauen, donde los trabajadores de la cooperativa presionaron muchísimo. También la ley de cableado despertó mucha controversia porque involucraba al grupo comercial mediático más poderoso.
Uno de los proyectos celebrados tras su aprobación fue el denominado “Basura Cero”, que se inició con una iniciativa de la diputada Beatriz Baltroc, y luego comenzó a trabajar sobre el mismo tema el presidente de la Comisión de Ecología, Juan Manuel Velasco. La norma establece un programa que impulsa la reutilización y el reciclaje de residuos para que disminuya la basura que irá a parar a los rellenos sanitarios. La norma plantea un cambio sustancial en la gestión de la basura. Con despacho de las comisiones de Ecología, de Obras y Servicios Públicos y de Presupuesto, Hacienda, Administración Financiera y Política Tributaria, el proyecto fue discutido en el recinto y defendido por el arista Velasco, quien acordó algunas modificaciones con el diputado Sergio Molina en el tema del cuidado del medio ambiente y ecología. También fue muy importante la introducción del concepto “centros verdes” del Código Planeamiento Urbano para permitir continuar las acciones establecidas por el cronograma del programa de reciclaje.
Respecto de la educación se aprobó un programa de ayuda para los estudiantes de bajos recursos que quieren acceder a la universidad. La iniciativa de los macristas Gabriela Michetti y Marcos Peña fue apoyada por unanimidad y convertida en ley.
Uno de los problemas que más preocupan a los porteños es la falta de trabajo. El desempleo en los jóvenes crece cada día más. Para encontrar una solución a esta cuestión el líder de Juntos por Buenos Aires Diego Santilli y el socialista Cortina presentaron un proyecto para la implementación de políticas y desarrollo de acciones destinadas a promover el empleo y la inserción laboral de los jóvenes. La sancionada ley 1844 es más conocida como “Mi primer empleo”. Con la misma intención de batallar contra la desocupación, la diputada Sandra Bergenfeld presentó un proyecto que organiza todos los programas de empleos. “Todos los habitantes de esta ciudad deben tener la posibilidad de trabajar y vivir dignamente, y por eso el apoyo de Dirección de Empleo es tan importante”, explicó Bergenfeld a Parlamentario tras ser aprobada la iniciativa, que busca formar una estructura para utilizar con mayor eficacia las herramientas y los programas existentes.
Las diputadas Mónica Bianchi, Silvia Majdalani y Michetti son las que más se destacan por su tarea a favor de la integración de las personas con discapacidad. Pero esta vez se sumó el macrista Mario Morando, quien presentó un proyecto para modificar la ley 133, para que se incorporen impresoras en sistema Braille para confeccionar boletas para el pago de impuestos de los usuarios con discapacidad visual. La iniciativa fue aprobada y es ahora la ley 860.
Morando presentó también la creación del Sistema Informático de Obras de Infraestructura y Arquitectura Urbana. Con el objetivo de evitar y terminar con los recurrentes accidentes, Morando impulsó además una modificación del Código de Edificación. Dicha propuesta recogió la iniciativa del ex diputado Carlos Ameijeiras (Partido de la Ciudad) y extiende la norma sobre los vidrios seguros aplicables a los edificios nuevos, hacia los accesos y lugares de atención al público de todas las construcciones ya existentes e instituciones educativas privadas. El legislador macrista se destacó en las últimas sesiones por una gran cantidad de proyectos aprobados, pero a su vez por ser autor de iniciativas polémicas como la expropiación del Hotel Bauen y la ley del cable. El diputado contó a Parlamentario que siempre busca “la sensatez y un pragmatismo político”, es decir, una política con referencia a la realidad social.
Respecto de la red de cables que cruzan la ciudad dijo que si las empresas “en diez años no cumplieron la ordenanza, mucho menos van a hacerlo si tienen que gastar 150 millones de pesos para soterrar los cables. Por lo tanto, es preferible hacerlo con tiempo pero solucionando la problemática”, concluyó Morando.
El 30 de noviembre pasado fue la séptima sesión extraordinaria. En esa ocasión tuvo lugar el tratamiento de un particular tema que se repite anualmente: el Presupuesto del año siguiente. En una sesión muy extensa, sin grandes controversias ni encendidos debates, se aprobó el Presupuesto 2006. Con modificaciones, en particular también se aprobó el Código Fiscal 2006 y la ley Tarifaria 2006.
El Presupuesto no provocó tanto debate como en otros años, lo que se presume que fue un respaldo de la Legislatura al vicejefe de Gobierno a cargo de la Jefatura, Jorge Telerman. El Presupuesto para este año es de 1.806 millones de pesos, es decir un 21 por ciento más que el año pasado.
En tanto, 2006 fue declarado por la Legislatura como “año del Bicentenario de la Reconquista de Buenos Aires”, a raíz de un proyecto del bloque Partido de la Ciudad.
Otras normas de importancia fueron la ley de Código Contravencional, la ley de Escuelas Seguras, que busca evitar que se produzcan accidentes dentro de esos ámbitos, como sucedió cuando cayeron mamposterías en algunos establecimientos, la ley de adhesión al régimen nacional de responsabilidad fiscal, y el juicio a seis integrantes del Consejo de la Magistratura porteña.
La despedida
La última sesión para los legisladores que debían abandonar su banca fue el martes 6. Varios nostálgicos no se querían ir tan rápido y la sesión concluyó a las dos de la mañana. Fuera de cualquier conjetura, se trataron muchos de los proyectos ya mencionados, como lo relacionada con el Hotel Bauen, donde se produjeron desmanes, y la seguridad interna y la policía tuvieron que desalojar a los trabajadores de la Cooperativa del recinto.
En aquella maratónica sesión se aprobó una ley que regula la práctica de tatuajes y el piercing. La norma establece que los menores de 18 años que quieran realizarse un tatuaje o perforarse alguna parte de su cuerpo deberán tener autorización de los padres. La ley tiene por objeto “establecer normas sanitarias básicas para prevenir y proteger la salud de los usuarios de este servicio y a los profesionales que lo realizan”, según indica los fundamentos. Además, se prohíbe la practica en forma ambulante y la realización de tatuajes o perforaciones a personas alcoholizadas o bajo efectos de alguna sustancia tóxica. Por su parte, la Secretaría de Salud porteña tendrá que brindar cursos de capacitación obligatoria para los tatuadores y perforadores sobre normas sanitarias, esterilización, higiene y bioseguridad, primeros auxilios, uso de materiales y herramientas. La ley prevé multas que van desde 50 a 2.000 pesos y la clausura del local. Dichas exigencias fueron bien aceptadas por los profesionales.
El mal del Chagas también fue objeto de sanción. El cuerpo aprobó una ley de lucha contra esa enfermedad, donde se establece la regulación y ordenamiento de las estrategias sanitarias en el ámbito de la ciudad, para garantizar la prevención y asistencia de los pacientes enfermos. La iniciativa fue impulsada por los kirchneristas Ana Suppa y el Chango Farías Gómez.
Asimismo, se estableció que el Parque Chas sea el barrio número 48, y sus límites son la calles La Pampa, avenida Triunvirato, Combatientes de Malvinas, Chorroarín y avenida de los Constituyentes.
Recambio
El 10 de diciembre fue el turno de los nuevos diputados, elegidos en octubre pasado, cuando por primera vez se renovó la mitad de la Legislatura, como contempla la Constitución porteña.
En la trigésima séptima sesión ordinaria, llevada a cabo un sábado por la mañana, se aceptó la renuncia del secretario Parlamentario, Juan Manuel Alemany, y del secretario de Coordinación, Mariano Gerván. En sus cargos fueron designados Alicia Bello y Eduardo Falchi, respectivamente. En cambio, el secretario administrativo, Oscar Moscariello, continuó en su cargo.
Luego de tanta controversia, se realizó el sorteo de los integrantes de la Sala Acusadora y Sala Juzgadora con total normalidad.
El 15 de diciembre fue la última sesión ordinaria, y se aprobó el proyecto de la diputada Majdalani de modificación de la ley de Transporte Escolar.
En síntesis, el balance es positivo aunque quedan varios temas por resolver. El principal será realizar un seguimiento sobre la reglamentación y la implementación por parte del Ejecutivo de las leyes sancionadas por el Parlamento.