Es tradición que Parlamentario publique los nombres de las figuras legislativas de cada año. Son 40 protagonistas no siempre destacados por hechos positivos y no necesariamente diputados o senadores, pero que sin lugar a dudas han acumulado méritos para estar en esta lista.
CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER. En su doble rol de senadora y primera dama arrancó el año manteniendo la incógnita sobre el distrito para el que se candidatearía en octubre, dando finalmente el salto desde Santa Cruz a Buenos Aires. Allí le tocó confrontar con el duhaldismo en general y Chiche Duhalde en particular, imponiéndose tan ampliamente que al día siguiente comenzó a circular su nombre como eventual candidata presidencial para 2007. Siguió manejando los hilos de la Cámara alta y al frente de la Comisión de Asuntos Constitucionales piloteó la destitución del juez Antonio Boggiano, con lo cual concluyó el descabezamiento de la Corte Suprema de Justicia. El fin de año la encontró peleando por su proyecto para reformar la composición del Consejo de la Magistratura y confrontando en pleno recinto con el vicepresidente Daniel Scioli, en una zaga que posiblemente continúe a lo largo de este año.
ERNESTO SANZ. El senador mendocino tuvo nuevamente un rol destacado en el Senado, sorprendiendo a propios y extraños con su poder de oratoria. Con la salida de Mario Losada quedó al frente del bloque radical de ese Cuerpo, donde se destaca al conducir las embestidas que la oposición lanza contra el oficialismo.
LUIS PATTI. Los comicios volvieron a poner al ex subcomisario en el centro de la escena bonaerense, donde estableció un acuerdo electoral con el duhaldismo. Tan bien comenzó a sumar en las encuestas que hasta causó cierto escozor en el peronismo bonaerense ante el riesgo de que el Paufe pudiera obtener más cantidad de diputados que los previstos, en detrimento, claro está, del PJ. Al final, el papel electoral de Patti fue menor al esperado y, para colmo de sus males, en vísperas de su asunción el oficialismo embistió contra él, logrando evitar que jurara y mandando su pliego a comisión. Recién en marzo se sabrá si puede asumir como diputado nacional.
MIGUEL ANGEL PICHETTO. El rionegrino volvió a mostrarse muy ducho a la hora de manejar el bloque oficialista de la Cámara alta, cuerpo elegido por el oficialismo como cabecera de playa para todos sus proyectos de mayor importancia.
JORGE CAPITANICH. Por segunda vez en tres años, el senador chaqueño se alzó con el Premio Parlamentario en esa cámara, donde volvió a destacarse por su trabajo, sobre todo en los temas económicos, uno de los ejes centrales de esta gestión de gobierno.
ALBERTO BALESTRINI. Fue cabeza de la nómina del Frente para la Victoria que enfrentó y doblegó al duhaldismo en su territorio. Esa lista se alzó nada menos que con 18 diputaciones y, en lo personal, el ex intendente de La Matanza aportó una suma considerable de votos en el distrito que lidera. Previsiblemente, fue ungido presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, en reemplazo del duhaldista Eduardo Camaño.
HILDA GONZALEZ DE DUHALDE. Ausente su esposo de los primeros planos, la entonces diputada nacional cargó sobre sus hombros el peso de la campaña. Si bien los resultados fueron malos, se ha puesto como objetivo mantener un perfil alto desde el bloque unipersonal que integra ahora en la Cámara alta, y en los primeros debates del período extraordinario ya mostró esbozos de lo que será su papel en ese Cuerpo, donde confrontará con el Ejecutivo pese a las asimetrías numéricas.
HECTOR POLINO. En su último año como diputado nacional volvió a destacarse en el rol de diputado, al punto tal de obtener por tercera vez el Premio Parlamentario. No logró ser candidato a la reelección, luego de perder en una interna con Norberto La Porta, situación que cuestionó severamente, al punto tal de haber llevado a la Justicia las denuncias por irregularidades que se habrían cometido en ese marco.
EDUARDO CAMAÑO. Condujo la Cámara baja en un año difícil, en el que marcó récords de inactividad en el recinto. En ese marco, prefirió tomar parte de la confrontación con el gobierno kirchnerista, encabezando él mismo una y otra vez los contrapuntos contra las principales espadas del Ejecutivo y el Presidente mismo. Advirtió que si le iba bien al duhaldismo en la elección daría batalla para seguir al frente del Cuerpo, pero con los resultados a la vista, no pudo ofrecer ninguna resistencia.
DANIEL SCIOLI. Hiperactivo, el vicepresidente de la Nación se preocupó por destacar el trabajo desempeñado por el Senado, que se ubicó en las antípodas de la otra Cámara. Abrió las puertas del Cuerpo para realizar innumerables actos públicos, en cuyo marco se destacó la entrega de premios Senador Domingo Faustino Sarmiento, otorgados a personalidades destacadas de todos los rubros. Si bien recibieron esas distinciones científicos, personalidades de la cultura y de todo el arco social, el acto que más difusión alcanzó fue cuando homenajeó a Diego Armando Maradona. En una de las últimas sesiones del año recibió los elogios de la propia primera dama, quien ensalzó el trabajo desarrollado en el Senado y el papel que le cupo también a su titular, aunque terminó distanciado con Cristina Kirchner, al fustigarlo ésta públicamente por un episodio que trascendió ante la prensa y del que ella responsabilizó a las autoridades del Cuerpo.
EDUARDO LORENZO BOROCOTO. Su papel como legislador porteño fue tan apagado como lo ha sido siempre, aunque por esas cosas de lo mediático, su figura le resultó tan atractiva a Mauricio Macri como para ponerlo en los primeros lugares de la lista que el mismo presidente de Boca encabezó. Pero apenas 15 días después de ser electo protagonizó una sorprendente pirueta política al pasarse al kirchnerismo, en lo que constituyó lo que para muchos representó el bochorno del año. Ante el escándalo, negó su obvio cambio de camiseta, pero el demoledor daño que se había autoinfligido ya estaba hecho y a duras penas pudo jurar como diputado. En soledad, ante las rechiflas y sin poder evitar que su caso fuera a parar, de todos modos, a la comisión que investigará las denuncias formuladas en su contra.
MAURICIO MACRI. Al margen de los halagos que le proporcionó el club que conduce, el empresario devenido a diputado nacional fue uno de los grandes ganadores del 23 de octubre, debiendo deshojar a partir de entonces la margarita de 2007. ¿Será candidato a jefe de Gobierno en esa fecha, o bien se postulará para presidente, desde el centroderecha que ya le asignan conducir? Empero, en las primeras sesiones que le tocó afrontar no se lo vio demasiado apegado al papel legislativo y, por el contrario, algunas sesiones lo encontraron ausente de su banca.
ROBERTO BASUALDO. El flamante senador sanjuanino pasó todo el año en una banca de diputado, desde la que se destacó su laboriosidad al constituirse en el legislador que más proyectos de ley presentó a lo largo del año. Con lo cual demostró que no por estar en campaña un legislador debe desatender su tarea legislativa. En efecto, Basualdo fue candidato por afuera del peronismo en su provincia, consagrándose senador por la minoría.
AGUSTIN ROSSI. Un verdadero tapado. Era apenas presidente del Concejo Deliberante de Rosario cuando el kirchnerismo que no encontraba candidato para poner al frente de la lista santafesina lo ungió como tal. Y no hizo tan mal papel, a juzgar por la cantidad de diputados que esa lista le aportó al oficialismo. Lo cual mereció su sorpresiva elección como nuevo titular del bloque del FpV-PJ en Diputados, en lo que fue tomado como un premio otorgado por el propio presidente Kirchner.
RAFAEL BIELSA. El ex canciller fue cabeza de lista en un distrito tradicionalmente adverso a todos los oficialismos, y al peronismo en particular. Y no pudo remontar la cuesta, quedando finalmente tercero en la elección, lo cual le generó el enojo de buena parte del Gobierno, comenzando por el propio Presidente. Mal o bien, hizo lo que pudo en su doble rol de canciller/candidato, pero lo arruinó todo al protagonizar el blooper del año al contradecir todas sus promesas de que asumiría como diputado, aceptando en cambio la embajada argentina en Francia. Tras las críticas que generó su decisión volvió sobre sus pasos y anunció que sí ocuparía la banca para la que lo habían elegido. Lo cual despertó la ira presidencial, expresada a través de diversos voceros que le dijeron de todo.
JOSE MARIA DIAZ BANCALARI. A pesar de ser uno de los duhaldistas más respetados por el kirchnerismo, optó por la fidelidad y aceptar acompañar a Chiche Duhalde en una candidatura a senador que estaba condenada al fracaso desde el vamos. Porque por mejor que fuera la elección, ni las mentes más optimistas del duhaldismo esperaban ganar el 23 de octubre. La decisión le valió que le exigieran dejar la jefatura del bloque oficialista en Diputados, aunque el fin de año lo encontró recomponiendo lazos con el oficialismo, que sigue tratando de recuperarlo para sí.
CARLOS MENEM. El ex presidente fue candidato a senador nacional y como tal experimentó su primera derrota electoral figurando él en las boletas. Y nada menos que en su provincia natal, La Rioja, donde el Gobierno nacional se jugó todas las fichas por doblegarlo. Pese a las versiones de que no asumiría en su banca, sí lo hizo finalmente; con el presidente Kirchner en el recinto, con el que no se saludó y quien prefirió tocar madera en ese instante en lugar de extenderle la mano.
ANIBAL IBARRA. Protagonista excluyente de un cuerpo legislativo como es el Parlamento porteño, que se pasó el año analizando su papel en la tragedia de Cromañón, por la cual finalmente lo suspendieron en sus funciones y ahora analiza su destitución en el marco de un controvertido juicio político.
MIRIAN CURLETTI. Una vez más la senadora chaqueña fue la que más proyectos de ley presentó a lo largo del año. Además, siguió ocupando una de las vicepresidencias de la Cámara alta.
OSVALDO NEMIROVSCI. Fue una de las cabezas visibles del kirchnerismo en Diputados, ocupando la conducción cuatripartita de la bancada oficialista en ese cuerpo. Se lo mencionó como posible titular del bloque, luego de la elección, y hasta citaron su nombre como eventual sucesor de Eduardo Camaño al frente de la Cámara. Al final, no tuvo ni una cosa ni la otra.
ANGEL MAZA. El gobernador riojano fue el encargado de enfrentar a su ex mentor político, Carlos Menem, al que derrotó el 23 de octubre. Previsiblemente, declinó ocupar la banca para la cual había sido electa y en su lugar reasumió su hermana Ada. El caso no despertó las críticas que sí originó por ejemplo una decisión similar -luego abortada- de Rafael Bielsa.
DANIEL BASILE. En su último año como diputado, el legislador duhaldista bonaerense fue una de las espadas visibles para embestir contra el Gobierno en su pelea electoral. Su caballito de batalla fue la Coparticipación “entregada” por el gobernador Solá y criticó constantemente a la primera dama por su papel desarrollado como legisladora de Santa Cruz, en detrimento de la provincia de Buenos Aires.
MIGUEL BONASSO. Más allá de su labor legislativa y su papel en la contracumbre que encabezó en Mar del Plata junto a Diego Maradona, el diputado kirchnerista encabezó la embestida contra Luis Patti, al que logró cerrarle el camino a su banca.
MARGARITA STOLBIZER. Se enfrentó contra el alfonsinismo cuando desde ese sector decidieron impulsar al actor Luis Brandoni para la senaduría bonaerense en su lugar. Dio pelea, a pesar de que ello conllevara enfrentarse con el propio ex presidente Alfonsín. A la postre, lo hizo y si bien terminó no siendo candidata, los resultados le dieron la razón, reposicionándola a nivel partidario. Se negó a ir por la reelección como diputada, en aras de la renovación. Se extrañará su presencia en la Cámara baja.
ANTONIO BOGGIANO. El juez de la Corte Suprema de Justicia fue destituido al cabo de un juicio político al que muchos estimaban que no llegaría a ese final. Y tal cual sucediera el año pasado con Eduardo Moliné O’Connor, Boggiano terminó destituido por el Senado de la Nación.
RICARDO FALU. Fue quizás el principal responsable de la destitución de Antonio Boggiano, ya que como presidente de la Comisión de Juicio Político de la Cámara baja impulsó el enjuiciamiento pese a que claramente desde la Casa Rosada no se quería su alejamiento.
MORIA CASAN. La actriz y vedette sorprendió a todos al postularse como candidata a diputada nacional. Si bien finalmente no logró acceder a una banca, las encuestas la dieron en ese lugar durante buena parte de la campaña, a la que le brindó un toque de color, igual que la participación de su ex colega Zulma Fayad, por ejemplo. De todos modos, Moria prometió que volverá a insistir en política, más allá de que, según confesó, los discursos la aburren.
ROBERTO IGLESIAS. El ex gobernador de Mendoza y actual diputado nacional encarna lo que podría definirse como el ala dura del radicalismo frente al Gobierno. En ese marco, resultó electo presidente del Comité Nacional en reemplazo de su ahora compañero de bancada Angel Rozas.
EDUARDO MENEM. El legislador riojano concluyó su dilatada trayectoria legislativa. Con 22 años sentado en una banca del Senado marcó todo un récord de permanencia, siendo rescatado por propios y extraños por su tarea en ese marco. A lo largo del año volvió a mantener constantes contrapuntos con la primera dama.
HERMES BINNER. El ex intendente de Rosario irrumpió a nivel nacional al transformarse en el adversario a vencer por el Gobierno nacional en un distrito clave como Santa Fe. Y no lo logró, por lo que el socialista no sólo llegó a la Cámara baja como líder de la reducida bancada del PS sino que fue uno de los grandes ganadores del 23 de noviembre.
EDUARDO ARNOLD. Si bien el tema pasó un tanto desapercibido, no fue así para Parlamentario, que advirtió del desplazamiento del santacruceño de la vicepresidencia primera de la Cámara baja. Cosa que llamó la atención por tratarse precisamente de un hombre de la provincia presidencial, que de todos modos -como bien se encargó esta revista de destacar- no es tan pingüino como otros de sus coterráneos, ya que arrastra con el Presidente una historia que incluye roces por provenir de líneas internas distintas.
RUBEN GIUSTINIANI. El único representante socialista de la Cámara alta bien podría ser destacado por su labor legislativa, pero en este caso su nombre saltó a los titulares por ser protagonista involuntario de una “operación” -así la calificaron desde el propio Gobierno- en la que fue renunciado y vuelto a poner en la Comisión de Justicia de la Cámara alta, todo esto sucedido aparentemente tras su presentación de un proyecto alternativo de reforma del Consejo de la Magistratura.
ELISA CARRIO. No hizo la elección que esperaba en Capital Federal, y lo atribuyó al constante bombardeo al que fue sometida su lista en los últimos días de campaña por parte del Gobierno nacional. Vuelve a la Cámara de Diputados, donde siempre brilló, aunque ahora no lo hará como titular del bloque, sino que en ese cargo seguirá Eduardo Macaluse, en aras de abrir el juego a otras figuras partidarias.
FERNANDO CHIRONI. En lo que constituyó una reparación histórica partidaria hacia la provincia de Río Negro, el radicalismo consagró al diputado nacional como presidente del bloque. Lo cual abrió grietas en el mismo, donde se recreó un sub-bloque que por ahora convive por una cuestión cuantitativa. Esto es, mantener la presencia institucional en la Cámara baja y poder seguir siendo el bloque más grande de la oposición.
MARCELO GODOY. El diputado porteño fue considerado el más laborioso de la Legislatura porteña, en el marco de la encuesta anual que realiza Semanario Parlamentario. El legislador macrista tuvo durante todo el año una presencia muy activa al frente de la Comisión Acusadora del caso Cromañón, así como otra comisión clave en la ciudad como es la de Educación.
MILCIADES PEÑA. El legislador porteño concluyó su mandato el pasado 10 de diciembre, pero cobró especial protagonismo en el marco de la causa Cromañón, donde dio discursos muy emotivos por haber perdido un familiar en la tragedia. Resultó segundo en la encuesta de Parlamentario.
CARLOS SNOPEK. Volvió a transformarse en un diputado clave a partir de su cargo de presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja. Este año logró su reelección como diputado por su provincia, Jujuy.
ALICIA MASTANDREA. Es una de las senadoras más destacadas por su actividad al frente de la Comisión de Industria, donde mantiene contacto permanente con los representantes del sector. A fin de año esta senadora radical chaqueña fue distinguida por el Instituto Federal de Políticas Públicas como una de las “Mujeres de la Década”.
DANIEL FILMUS. Entre las leyes que el Gobierno presentó como clave para aprobar antes de concluir el año, sin duda se destaca la de Financiamiento Educativo, que prevé un fuerte aumento del presupuesto destinado a la educación. Por ser un tema directamente manejado por el Ejecutivo, la figura vinculada a esta ley no es del Congreso, sino del gabinete. El ministro de Educación visitó numerosas veces el Senado, donde más se trató el tema en comisión, y acompañó la aprobación de la ley en ambos recintos.
ALBERTO NATALE. Era el decano de los diputados nacionales y concluyó el pasado 10 de diciembre su gestión como legislador iniciada en 1985. Fue una de las voces más filosas contra el kirchnerismo, al que llegó a calificar directamente de “pre-fascista”.