El suspendido jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra aseguró que siente “confianza” ante el proceso de juicio político que se le sigue en la Legislatura, y destacó que “quedó claro” durante el debate que “no hay nada” para sostener una acusación en su contra por su presunta responsabilidad en la tragedia de República Cromañon.
"Yo tengo confianza en ese debate y quedó claro que no hay absolutamente nada", aseguró Ibarra, quien dijo que tiene que "prevalecer la racionalidad" al momento en que la Sala Juzgadora haga conocer su veredicto y determine la permanencia o no de Ibarra en el cargo.
El funcionario estimó como "importante" que se haya determinado que la habilitación de ese local "es del año 1997", y destacó "lo paradójico" de que uno de los fiscales, Jorge Enríquez, ocupó en ese entonces un cargo en el Gobierno porteño y "fue el que habilitó ese lugar y ahora está levantando el dedo acusador".
"Hay que aprender cómo se procesa una tragedia. Aquí por distintos motivos se exacerbó, potenció y promovió el dolor, y otra debió haber sido la actitud, de contener a los padres que sufren terriblemente el dolor por la pérdida de un hijo, acompañarlos y comprometerse con una investigación seria, en lugar de utilizarlo para la política", reflexionó Ibarra.
El funcionario criticó que "en algunos legisladores prevalece el objetivo político a cualquier costo y creo que la muerte de 194 personas se merecía otro debate".
"Esta es la peor crisis institucional de la ciudad pero desde el primer día di la cara, di as las explicaciones necesaria se hice un proceso de autocrítica que nadie hizo", añadió el funcionario.
Finalmente, Ibarra destacó que surge de diez encuestas de opinión que maneja que el "70 por ciento" de los porteños "están contra la destitución".