El kirchnerismo comenzará el nuevo período ordinario este miércoles con la sensación de que podrá tener el quórum propio, luego de la resonante victoria obtenida la semana pasada con la reforma del Consejo de la Magistratura.
El oficialismo cuenta en la Cámara baja con un bloque 118 diputados, frente a los 129 necesarios para redondear el quórum propio que permite iniciar una sesión. Sin embargo, en la votación de la semana pasada por la reforma del Consejo de la Magistratura sumó 149 votos por el apoyo de 19 justicialistas del bloque Peronismo Federal, cinco radicales, cuatro puntanos que responden a Rodríguez Saá y un puñado de fuerzas provinciales.
El kirchnerismo llegó a esa elevada cifra pese a que el neuquino Oscar Massei y el ex canciller Rafael Bielsa se retiraron del recinto antes de votar por sus diferencias con el proyecto, con lo cual se sumaron a otras dos ausencias sin previo aviso.
Si se computa que el presidente de la Cámara, Alberto Balestrini, no vota, se concluye que el oficialismo contó en realidad con 113 votos propios, en tanto los 36 restantes fueron aportados por aliados.
La aritmética parlamentaria abre una nueva situación hacia el futuro, ya que el gobierno podría contar con quórum propio si consigue sostener el apoyo de al menos 11 voluntades de la bancada que integran ex duhaldistas y menemistas. La exigencia para el oficialismo sería aún menor en el caso de un proyecto que sea apoyado por la media docena de legisladores del cordobés Luis Juez, que pese a ser aliados del kirchnerismo, en el caso del Consejo de la Magistratura no acompañaron al oficialismo.
Si a la situación planteada se suma que el oficialismo cuenta en el Senado con una holgada mayoría para aprobar los proyectos que envíe el Poder Ejecutivo, se concluirá que el gobierno de Néstor Kirchner transitará la segunda mitad de su mandato sin sobresaltos parlamentarios.
La batalla por el Consejo de la Magistratura dejó además heridos entre los ex duhaldistas, en el menemismo, en la centroderecha del interbloque Pro y en el radicalismo.