Julio César Strassera afirma que no hay ninguna prueba contra Aníbal Ibarra y que el juicio que se le sigue tiene una motivación política.
El fiscal del histórico juicio a las Juntas Militares Julio César Strassera sabía que tendría ante sí otro desafío inédito al aceptar ser uno de los abogados defensores del suspendido jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra. En diálogo con Parlamentario adelantó cuáles serán los puntos sobresalientes de su discurso, y las expectativas que tiene para el 10 de marzo, cuando se conozca el fallo.
- ¿Cuál es el balance que hace del juicio hasta el momento?
- En cuanto al balance, sigue sin aparecer absolutamente nada que pueda perjudicar a Aníbal Ibarra. Tan simple como eso.
- Uno de los hechos para afirmar el mal desempeño de Ibarra, según los fiscales, es la delegación del poder de policía.
- ¡Pero por Dios! ¿Cómo no se va a delegar el poder de policía si el Presidente lo delega en el Ministerio del Interior y en la Policía Federal? Sin embargo, dicen que el jefe de Gobierno no lo puede hacer. Eso es un disparate.
- Aunque fuera un disparate, ésa va a ser una de las causales invocadas...
- Que la Fiscalía haga lo que quiera. Aparte, el principal crítico de cómo funcionaba el sistema de control y verificación era precisamente Aníbal Ibarra, que echó a 500 inspectores y disolvió la secretaría porque hace 60 años que estaba cuestionada por corrupción.
- Respecto de las alertas institucionales, ¿se comprobó la responsabilidad del jefe de Gobierno?
- No existen responsabilidades porque las alertas de la Defensoría no son de boliches bailables sino sobre aquellos comercios que corren las mesas y bailan y, por ende, cometen infracción. Ahora bien, ¿tiene que estar Ibarra ahí para que no bailen?
Recursos judiciales
- Si la Sala Juzgadora destituye finalmente a Ibarra, ¿qué van a hacer?
- Siempre hay recursos judiciales, pero no se me puede ocurrir como hipótesis que Ibarra sea destituido porque hasta los más contrarios al mandatario porteño tendrían que votar por la absolución, ya que no hay un argumento claro y conciso en su contra. No hay pruebas.
- Aunque no haya pruebas, esto es un juicio político. ¿No cree que los votos ya están confirmados?
- No lo creo así, porque hay gente que ha manifestado que no tiene una posición tomada. Pero no hay que especular con esto, sino que hay que destacar que no existe ninguna prueba que vincule personalmente a Ibarra con la tragedia de Cromañón.
- ¿El presidente Néstor Kirchner apoyará a Ibarra?
- No lo sé, pero aunque sean kirchneristas, macristas o de izquierda tendrían que votar a favor de Ibarra, porque hacerlo en contra sería deshonesto porque no tienen prueba.
- ¿Usted piensa que algunos diputados se aprovechan de la tragedia de Cromañón para intentar destituir a Ibarra?
- Obviamente, porque lo juzgan por acciones del período anterior, por cuestiones del año 2000. En verdad, esto no resiste el menor análisis, porque en las elecciones de 2003 la gente ratificó a Ibarra en su cargo. Las urnas son el mandato popular y muchos de estos legisladores ya formaban parte del Parlamento, y, sin embargo, nunca pidieron el juicio político por la dirección de control y verificación que funcionaba tan mal.
- ¿Qué opina de los afiches que aparecieron sobre el juicio político?
- No sé quién pega esos carteles, pero si el problema es por la acusación “100 % golpista”, digo que atribuirle a Ibarra inconductas por actos de gobierno del año 2000, pese a ser ratificado por el 53 por ciento del electorado porteño, es un golpe. Esto es un golpe.
- ¿Los fiscales pedirán la destitución e inhabilitación?
- Los fiscales podrán pedir que lo cuelguen de los pulgares si quieren, pero es una cuestión de conciencia de ellos y de la misión que han aceptado cumplir.
- ¿Entonces Ibarra no tiene ninguna culpa?
- En Cromañón no tuvo ninguna responsabilidad, y así lo dijo la Justicia, que ni siquiera lo citó.
- ¿Cómo terminará este juicio?
- Tendría que terminar, y hasta por unanimidad, en la absolución del jefe de Gobierno, porque no hay cargos. Para colmo no existen cargos, porque no se votaron, y además la responsabilidad política de Ibarra se juzga en las elecciones.